Todos sabemos que hay unas tiendas de accesorios para vehículos y otras distintas de accesorios para señoras. También podrá ser que una determinada señora considere un vehículo su accesorio más preciado. Por lo general entendemos que el bolso es accesorio a la señora como los tapacubos lo son de los coches, aunque muchos se interesan por las señoras en función de su bolsillo más que de su bolso. Cierto es que una señora puede ir sin bolso al igual que un coche puede ir sin embellecedores para las ruedas, aunque las ruedas de un coche son cuasi imprescindibles para que éste circule, ergo no las podremos tildar de accesorias. También entendemos que un aval es accesorio a un préstamo y pagado éste desaparece el aval.

Si aplicamos las precisiones anteriores a las Sentencias Judiciales nos encontraremos que hay penas accesorias de las principales, que siguen su suerte cual si fuera el bolso que va con la señora, los embellecedores con  coche o el aval con el préstamo. Pero ya se sabe que, en este país en que nos ha tocado nacer no es todo exactamente así y menos en materia de Sentencias. Al Sr. Otegui le condenaron a una pena principal de cárcel que llevaba aparejada una pena accesoria de imposibilidad de presentarse como candidato a las elecciones. Ahora -cumplida ya su pena de cárcel- los tribunales haciendo malabarismos jurídicos consiguen sacarse de la manga que la inhabilitación política pase de accesoria a principal. Es decir, utilizan un subterfugio para quitar la palabra al enemigo político.

Voltaire hace 250 años dijo: «No comparto tu opinión, pero daría mi vida por defender tu derecho a expresarla» ¡Claro Voltaire era uno de los más grandes hombres que ha producido La Humanidad, no era un simple magistrado de un supeditado tribunal español de 2016, por eso pasó a la Historia!

Sólo me queda añadir que me siento muy triste por la pérdida de Democracia que se respira en España. Si los tribunales, con subterfugios, hacen que la ley sea distinta según su conveniencia política: estamos de nuevo en la Dictadura.