Joan Llopis Torres

Manifiesto de un soberanista catalán

Yo creo que Catalunya ya no será la que hubiera podido ser, pero se merece la oportunidad de ser ella misma, nuestra gente, con nuestra lengua, con nuestras costumbres y nuestras tradiciones, con nuestras barcas y nuestras montañas, como la de otras tierras, otras gentes que merecen vivir en libertad en sus paisajes.

A todos aquellos que desprecian a España generalizando, incluidas las luchas históricas republicanas, los muertos, a los que sufrieron cárcel por largos años, exiliados y represaliados del franquismo, las luchas sociales obreras y estudiantiles, a aquellos que desprecian excluyendo de los conceptos de soberanía a otros pueblos que han luchado y hoy luchan con criterios democráticos y pacíficos por su identidad y decidir libremente su futuro, a aquellos que creéis que ser catalán y querer que el pueblo de Catalunya decida soberanamente su futuro de manera excluyente de otros iguales a nosotros y exclusiva de otras naciones, a todos vosotros os quiero decir que no estoy con vosotros, yo respeto Madrid, respeto Murcia y a tantas geografías, respeto la Galicia culta e ilustrada, hoy sometida por su historia reciente, respeto la soberanía del pueblo vasco y que decida Euskal Herria su futuro y lo que quieran decidir para ellos, los suyos y su destino, el Derecho de Autodeterminación es universal, incluido el de las naciones que hoy formamos parte de otro Estado que nos incluye. No hay otra soberanía que la soberanía ciudadana, sufrido el engaño de ser arrogada por las instituciones y administrada por partidos políticos que también son Estado, los mismos que olvidan de donde viene el poder que administran, olvidando al pueblo, con el único cuidado de sus intereses de partido. A todos aquellos recién llegados al catalanismo, ahora radicales, con desconocimiento y desprecio por los esfuerzos, sufrimientos y sangre vertida en España por los mismos derechos que nosotros reivindicamos ahora en el proceso histórico en el que estamos inmersos en Catalunya, yo manifiesto que no estoy con vosotros. Estoy por la soberanía de los catalanes y la independencia de Catalunya (palabra mal formulada, mejor decir por el estado catalán). A todos aquellos que ilustran el mapa de España en su imaginario o en sus ideas con una cruz gamada o, para toda ella, con un generalizado símbolo franquista, yo no estoy con vosotros. No diferenciar el Estado y las instituciones y a toda la sociología franquista que incorporan de la España progresista y hermana de nuestros anhelos como pueblo catalán, es un error que olvida la Historia, desprecia valores universales y a nosotros mismos. Yo creo que Catalunya ya no será la que hubiera podido ser, pero se merece la oportunidad de ser ella misma, nuestra gente, con nuestra lengua, con nuestras costumbres y nuestras tradiciones, con nuestras barcas y nuestras montañas, como la de otras tierras, otras gentes que merecen vivir en libertad en sus paisajes.

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