Eduardo Renobales
Historiador

Memoria histórica y manipulación política

No voy a ser yo el que minusvalore el sacrificio de miles de jeltzales en la defensa de la República, la libertad y la democracia, personal y de sangre y entrega. Tenemos recuerdo vivo de ello. Eran el partido mayoritario y el que más recursos tenía. Y eso debía notarse. Pero para nada fueron los primeros o únicos

Aprovecho a plantear una reflexión con motivo de  la aparición hace unos días en Gara (11.07.19) de un interesante artículo sobre la situación de las líneas del frente a finales del verano de 1936 en la zona de Ventas de Zarate en el cual existía un dato confuso, en mi opinión, sobre la afiliación de los primeros gudaris nacionalistas caídos en combate.

Escribían:

La importancia de este hallazgo radica en que, gracias a esta linea de defensa, que fue organizada por el comandante Cándido Saseta desde Azpeitia, se consiguió retrasar el avance de miles de militares golpistas durante 34 días, lo que posibilitó la organización de la resistencia en Donostia o Bilbo, así como la constitución del Gobierno Vasco. Se trata, pues, de unos hechos de vital importancia en el transcurso de la Guerra del 36 pese a que no se conocían hasta la fecha.

En estos combates, además, fallecieron los primeros combatientes de ANV y PNV, como Mikel Alberdi y José Arana, cuyos cuerpos fueron trasladados a Loiola para celebrar los funerales.

Quiero expresar la siguiente consideración sobre el uso, abuso a veces, de los datos de la Memoria Histórica. Por más que alguien pueda pensar que son pecata minuta, viendo la utilización partidaria que se hace de ellos, no lo son.

Ninguno de los dos citados eran militantes del PNV. Igualmente no fueron los primeros abertzales caídos en el frente. Jose Arana Irastorza pertenecía a ANV y tampoco fue el primer caído de la formación ekintzale (1). Y Mikel Alberdi era el presidente del Euzko Mendigoxale Batza, movimiento nucleado de la corriente Jagi-jagi y que mantenía desde 1933 (como Aberri la disputa se perdía en el horizonte del propio surgimiento del abertzalismo) un serio enfrentamiento ideológico con el PNV. Desgraciadamente sí fue la primera baja mortal de los mendixales.

En la actualidad, momento en el que se suceden actos conmemorativos de aquella nefasta época: Matxitxako en Marzo, La Huella de Artxanda en Junio, etc., observamos con estupor la utilización partidaria que el PNV hace de ellos como si fueran la única fuerza que se enfrentó al franquismo y defendió la libertad y la democracia en Euskalherria, cuando fueron los últimos que se adhirieron a ella. Por doquier salen fotos e imágenes de ETB del inefable Erkoreka (y otros) depositando ramos de flores y chupando cámara sin que nadie más le haga sombra. Como si fuera el último veterano superviviente del batallón Itxarkundia. Aprovechando para meter el dedo en el ojo de los rivales políticos, por supuesto. Con la concentración de La Huella sé que se ha intentado que nadie protagonice nada por encima de los demás, pero supongo que les puede el peso de la Historia.

No voy a ser yo el que minusvalore el sacrificio de miles de jeltzales en la defensa de la República, la libertad y la democracia, personal y de sangre y entrega. Tenemos recuerdo vivo de ello. Eran el partido mayoritario y el que más recursos tenía. Y eso debía notarse. Pero para nada fueron los primeros o únicos. Hoy parece que toda la Memoria Histórica gira en su entorno. Se han asentado verdades inciertas que tomamos en cuenta por falta de criterio crítico por nuestra parte. Aseveraciones que me permito refutar:

ANV no es una excisión del PNV

El mendigoxale no era un movimiento jeltzale, había jeltzales mendigoixales al igual que los había ekintzales

El Comandante Saseta no era militante del PNV

Los Batallones que sufrieron más bajas en el frente no fueron jelkides

El Pacto de Santoña no fue un pacto. Eso sólo se da entre iguales

El Partido no fue el que sacó la Religión de la Política, ni el que protagonizó la asunción de comportamientos democráticos en el ideario abertzale

El Partido no fue el primero que defendió el derecho de Autodeterminación del Pueblo Vasco

Por sólo citar algunos. Hay más.

En los combates de Artxanda en junio de 1937 hubo miles de héroes de todas las formaciones que sustentaban el Ejército vasco. Uno de los más destacados fue al final de la batalla el Comandante del UGT 8 Natalio Bustamante, (personaje totalmente desconocido de origen cántabro) que con un pequeño grupo de milicianos de su batallón se enfrentaron al avance fascista retrasando su entrada en Bilbao por Santo Domingo y permitiendo a los demás tener unas horas más para evacuar la ciudad. Sobrevivieron cuatro malheridos. Nadie se acuerda de ellos. No sabemos siquiera sus nombres, excepto Natalio.

Deseo acabar haciendo una apología de que la Memoria Histórica es una herencia que recibidos todos de parte de todos. Nadie es su dueño y nadie tiene derecho a acapararla. Por más que parezca increíble, una consideración tan elemental aún hay que explicarla.



(1) José Arana y Claudio Olabarri murieron a mitad de septiembre con un día de diferencia en el frente de Aia. Pero un mes antes el donostiarra Restituto Terán falleció cerca de Tolosa cuando iba de guía de un grupo de voluntarios. Algunos de ellos, incluido Restituto, ni siquiera estaban armados.

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