Elias Anton Murgiondo

Mentiras, verdades y realidad

El tiempo pasa sin pausa y de forma imparable en los tiempos coyunturales que nos corresponde vivir a los y las mortales que habitamos las tierras concretas de la sociedad diversa que se va desarrollando en esta Euskal Herria que avanza progresivamente para definir su futuro. Lo hace en diversos lugares y territorios de la sociedad vasca, y lo hace porque las circunstancias  no siempre resultan homogéneas o comprensibles, sobre todo aceptables desde el punto de vista de la racionalidad del entendimiento y la aceptación de los intereses de parte de sectores afines a una fijación ideológica que asume la igualdad y la solidaridad humanas, formas de entendimiento y asunción de obligaciones correspondientes con aspectos sociales necesarios para poder convivir de manera estable entre diferentes. Son tiempos en los que la convivencia resulta difícil y las contradicciones se agudizan por aquello de la lucha de clases, porque emergen intereses bastardos que interrumpen la normalidad o la racionalidad del entendimiento humano, es decir, porque el mensaje de la clase dominante pretende imponer su teoría supremacista contra la igualdad humanitaria, lo cual influye de forma negativa en el desarrollo libertario, humanitario y solidario de las personas que concurrimos en las tierras vascas que son parte del mundo actual.

La noticia ha llegado, nos ha despertado esta mañana para proporcionar alegría e ilusión. Iruñea-Pamplona va a racionalizar y desarrollar una política municipal correspondiente a lo que sus habitantes requerían, a lo que su vecindad deseaba, pues el voto de progreso actúa con responsabilidad y establece una moción de censura para expulsar a la derecha franquista de la casa del pueblo y a su representante indecentemente instalada. Los pasos previos fueron injustos e insolidarios, pues fueron las mentiras y los intereses parciales quienes impusieron actitudes bastardas para permitir que la extrema derecha se hiciera cargo de la alcaldía de nuestra ciudad; los votos en blanco del PSN permitieron que UPN tomase posesión del cargo en la capital vasca de Nafarroa. Ahora llega la necesaria realidad, la verdad sobre quiénes ganaron el aprecio ciudadano y fueron votados para regir el destino de la administración municipal de una Iruñea maltratada y fustigada por un alcalde insensible, parcial y de extrema derecha. Asiron emerge como futuro alcalde de nuestra ciudad y ya tiene experiencia para ser admitido, pero también tiene los votos de progreso para asumir la vara de mando. No cabe ninguna duda de que lo hará escuchando a todas las partes, incluso a las propuestas de quienes se encuentran en la otra orilla, si lo que ofrecen aporta avances globales que contribuyan a una buena administración municipal. Las mentiras y las verdades son fáciles de comprobar, pues la derecha nunca se ha destacado por desarrollar políticas de apoyo a los sectores populares y sus apoyos siempre han sido difíciles de interpretar; el hecho de que el PSN asuma responsabilidades ideológicas, es decir, que asuma acuerdos de progreso, rompiendo con alianzas tradicionales con la extrema derecha (UPN) conlleva un plus de decencia que hasta la fecha no se visualizaba, por lo cual habría que felicitarse, pero también habría que analizar cuáles son los aspectos globales que confluyen en las políticas que desde EH BILDU se están desarrollando a nivel general, estatal, en la CAV y en Nafarroa (sin olvidar Iparralde), todo ello con el objetivo de la defensa de Euskal Herria y sus habitantes, además de su historia y su cultura.

El hecho real, después del proceso electoral y temporal que estamos viviendo, resulta el acuerdo logrado en  Iruñea entre todas las fuerzas de progreso para nombrar a Joseba Asiron como alcalde de la ciudad, lo cual supone un salto cualitativo en la asunción de la racionalidad en la evolución de nuestra tierra, donde la historia pasada nos ha dado tatos disgustos y sufrimientos, lo cual debiera de suponer un punto de partida para desterrar la ignorancia y la represión, estableciendo unas normas de solidaridad y entendimiento que nos permitan superar el pasado indecente y reaccionario que unas falsas siglas supuestamente pretenden defender a Nafarroa. UPN se alía con PP y VOX, es decir, se quitan la careta y emergen como gatilleros fascistas, como compañeros de Aznar y Abascal, como enemigos de las clases populares y como enterradores de las cunetas que abrirían sin haber desenterrados los cuerpos que sus ancestros se encargaron de ejecutar.

Pura realidad, contra la extrema derecha (UPN, PP, Vox); la alternativa al fascismo es la plurinacionalidad, es la amnistía, es el desbancamiento de todos ellos de los ayuntamientos y de cualquier centro administrativo, lo cual nos impone  revisar cada territorio (Lizarra, etc.) donde subsisten las camadas fachas para expulsarlas y defender la decencia política que nos permitirá sonreír al levantarnos de la cama por las mañanas.

Esta mañana me he levantado con una amplia sonrisa al escuchar a través de la radio que había un acuerdo para una moción de censura en el Ayuntamiento de Iruñea para desbancar a la Sra. Ibarrola y sustituirla por Joseba Asiron, exalcalde y futuro con mayoría de apoyos. Son días de alegría y placer. Gora herria!

Euskal preso eta iheslariak etxera!

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