Mikel Ruiz Oar-Arteta
Miembro de Eragin

Un «think tank» juvenil contra la ofensiva neoliberal

Un «think tank» que comienza con un básico «no es lo que hay» para la concienciación de la juventud, premisa imprescindible para la organización de la juventud trabajadora, como clase, contra el expolio desvergonzado al que nos está condenando el capital.

Acercándonos a la marcada fecha del 1 de mayo, este artículo comienza con una reflexión: ¿Cómo puede ser que la juventud este paralizada, pasiva y frustrada ante un empobrecimiento y una precarización sin precedentes como la que estamos viviendo?

¿Cómo? La respuesta (o parte de ella) es bien sencilla: se llama «think tank».

Los «think tank» son laboratorios de pensamientos, gestores de opiniones públicas, administradores de hegemonía en sus distintos niveles, que mediante un no tan complejo engranaje de empresas, periodistas, políticos, oligarcas, medios de comunicación y sobre todo muchísimo dinero, pueden controlar la opinión pública con una eficacia sin precedentes.

Han conseguido que en tan solo 10 años pasemos de llevarnos las manos a la cabeza o apretar los puños de rabia por esos jóvenes que vivían el martirio de ser lo que se comenzó a llamar «mileuristas», a que el sueldo medio de las y los jóvenes en la CAV se sitúe en torno a los 850 euros (el conocido como «Oasis Vasco»).

Esto es fruto de 10 años de un constante bombardeo de «es lo que hay», «es lo que toca», «¿con tu edad no te esperarás más no?», pasando por decenas de artículos de "El País" o "La Razón" intentando disfrazar la pobreza de modernidad y sentimiento «cool» («treinteenagers», «friganismo», «pagar con sonrisas ¿por qué no?»...). Y así hemos terminado asumiendo que seremos «la primer generación que vivirá peor que sus padre y madres», sin ni siquiera fruncir el ceño.

Una ofensiva ideológica del capital, que a medio plazo genera un sentimiento de aceptación de la situación y de frustración que evita levantar la vista a las decenas de miles de jóvenes que nos encontramos en esta situación. Pocas veces oirás a un joven decir que está en una situación de pobreza, pero los datos económicos muestran que, quitando el colchón familiar, la mayoría no tiene ni la más mínima autonomía para llevar adelante el proyecto de vida más básico.

«¿Y frente a esto qué?» es la pregunta que nos viene a la cabeza. Frente a esto la única salida es la concienciación y la organización, en eso no hay duda. Pero esto también comienza con la creación de un «think tank» juvenil que haga frente al intento de normalización del empobrecimiento y la precarización. Un empoderamiento desde el nivel más básico, que con contundencia conteste «¡No es lo que hay!» ante los informes del Gobierno Vasco que dicen que las y los jóvenes somos un 20,5% veces más pobres que hace 10 años, mientas que la minoría de millonarios han aumentado su riqueza en más de un 10%.

Un «think tank» juvenil y popular, que deje claro que detrás de esta situación se encuentra una minoría de empresarios y millonarios que se están forrando con cada vez más descaro a costa de la pérdida constante de derechos laborales y sociales que ellos mismos han programado.

Un «think tank» que comienza con un básico «no es lo que hay» para la concienciación de la juventud, premisa imprescindible para la organización de la juventud trabajadora, como clase, contra el expolio desvergonzado al que nos está condenando el capital. Una premisa imprescindible para expandir un ideal de un horizonte emancipador más allá de los sectores ya organizados.

Toca impregnar la calle, los centros educativos, los lugares de trabajo… con algo que es, ni más ni menos, que la verdad: lo que se esconde detrás del empobrecimiento y la pérdida de derechos laborales y sociales es la victoria de una clase social que no es la nuestra. Toca remontar.

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