Pedro A. Moreno Ramiro

Nazismo y desvirtuación del contexto político estatal para aquellas que habitamos en Euskal Herriak

Nos tocará tejer alianzas amplias y diversas para dar batalla a los fascistas de cabeza rapada o corbata, y de esto deberíamos hacer buena cuenta en Euskal Herriak.

Este es un artículo que escribe en primer lugar un antifascista pero que es también un madrileño que vive y trabaja en Nafarroa, eso sí, criado en el Corredor del Henares, comarca donde por cierto, el partido ultranacionalista España 2000 cuenta con varios concejales en distintos municipios y ni más ni menos que con la alcaldía de Los Santos de la Humosa.

Hoy, después de varios años viviendo en Euskal Herriak y debido a las vacaciones de Navidad, me encontraba en Madrid y como es tradición en este día 31 de diciembre, me disponía a tomar el vermú con mi familia y amigos en San Fernando de Henares. La sorpresa llegaba cuando sobre las 14.00 en una zona de «vermuteo» del pueblo, un grupo de personas con estética skinhead (de extrema derecha) y haciendo uso del espacio público sin ningún tipo de temor o vergüenza y de la mano, ni más ni menos que de un bombo, han hecho gala de su nazismo, intolerancia y racismo, amargando el vermú a algunas de las allí presentes.

Desde luego que no todos y todas las personas de esta Comarca del Henares son así, lo que sí que es verdad, es que este tipo de personas se sienten lo suficientemente fuertes como para hacer en público una demostración de lo que son y por qué son lo que son, y eso me avergüenza y me provoca ganas de vomitar. Mucha gente de mi entorno me dice, como siempre, que es mejor pasar, no hacer caso y seguir el día como si nada, el hecho es que no puedo hacerlo, no quiero hacerlo y lo más determinante es que necesito escribir estas palabras como desahogo de la perplejidad y rabia que me provocan este tipo de situaciones.

Todo y toda aquella que me conoce sabe de mis ideas libertarias y de mis inquietudes ecosociales, el caso es que tras muchos años viviendo en Euskal Herriak, he perdido el olfato de lo que verdaderamente importa. Es cierto que igual he sido y soy demasiado crítico con el panorama político que tenemos en Euskal Herriak y muy seguramente debería/deberíamos darnos cuenta de que en muchos lugares del Estado español, y más concretamente en el Corredor del Henares (Madrid), el tema no radica únicamente en que Vox exista y sea segunda fuerza política en este municipio después de las últimas elecciones generales de 2019, o que España 2000 –partido ultra por el que he sido denunciado en diversas ocasiones y contra el que he ganado todos los juicios– tenga representación institucional. El problema, según mi opinión, gira en torno a que cuatro energúmenos puedan, en un espacio público y con un bombo, lanzar proclamas neonazis sin ningún tipo de temor a ser increpados por el resto del grupo, por el resto de la «ciudadanía».

Muy seguramente EH Bildu no será la panacea o el Kontseilu Sozialista no nos brindará el cambio deseado por muchas, aún así, debemos ser conscientes de los escenarios que se viven fuera de nuestros territorios y ser consecuentes con el auge e instauración de la extrema derecha que se está llevando a cabo en otras latitudes del Estado en el que vivimos. Seguramente seré de los libertarios más pragmáticos, no me avergüenza decir que siguiendo las ideas del ecologista social Murray Bookchin, en un pasado opté por presentarme a concejal en este mismo pueblo (San Fernando de Henares) y en poco tiempo y tras formar gobierno municipal y ser elegido concejal, dimití al no poder acometer ni un 5% de las medidas que aparecían escritas en el programa electoral. Por todo ello, puedo decir que la política institucional no está hecha para mí, me faltan espaldas y tragaderas.

Dicho esto y a modo de conclusión, siempre seré un firme defensor de las ideas libertarias, las que en mi caso, he decidido hacer públicas de la mano del ecologismo social. Lo cual no quiere decir que tras lecciones de vida como las que puedo obtener cuando vuelvo a lo que era mi casa, la solución a nuestros problemas actuales se base en tejer y edificar alternativas monolíticas donde la gente solo sea libertaria, ecologista social (esto me agradaría mucho) feminista o marxista. A mi entender y por dejar claro este aspecto que me resulta determinante, el objeto de lucha no se encuentra ni se encontrará en las instituciones burguesas, ni mucho menos, pero debemos ser conscientes del auge de los diferentes tipos de fascismos en algunos lugares del Estado español o Europa, ya que muy seguramente como hizo la CNT en el 1936, nos tocará tejer alianzas amplias y diversas para dar batalla a los fascistas de cabeza rapada o corbata, y de esto deberíamos hacer buena cuenta en Euskal Herriak.

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