Desde que el Ayuntamiento de Navarra Suma colocó el aparcamiento regulado en nuestro barrio de forma unilateral, sin consensuarlo con el tejido asociativo, la Asociación de Comercio y Hostelería La Rotxa ha demandado una serie de mejoras urgentes, y así se lo hizo saber al concejal Javier Labairu el 13 de enero de 2020 en el Foro de Barrio.

Pasados muchos meses de esto, nuestro barrio se encuentra en la misma situación; plazas mal pintadas en las calles de Santa Alodia, Joaquín Beunza y calle Uztarroz que las hacen inservibles por su reducido tamaño. Nuestra preocupación se acrecienta en el aparcamiento de Anelier, aunque también en el de Corralillos. Los parkings están en un estado ruinoso, con enormes charcos, balsas de agua en las tormentas, baches y piedras. Evidentemente entendemos que era un aparcamiento disuasorio, aunque ni así se justifica, pero cuando pasó a ser parte de aparcamiento regulado, y por tanto de pago, es injustificable el estado en algunas de sus zonas. Nuestra preocupación se acrecienta en Corralillos, sin iluminar a las noches, oscuro y con zonas con poca visibilidad; Seguimos diciendo que, si no se ponen soluciones, un día vamos a tener un problema, y será culpa del Sr. Labairu.

Desde el inicio de la Zona Azul en la Rotxapea solicitamos plazas verdes y así se lo dijimos al Ayuntamiento. Las zonas más cercanas al centro de Pamplona-Iruñea como la calle Rio Arga, de jueves a domingo, los vecinos no pueden aparcar porque las plazas son utilizadas por otros pamploneses y pamplonesas que eligen aparcar en nuestro barrio para subir al centro, lo que provoca que cuatro días a la semana los residentes no puedan aparcar a ciertas horas, o que los clientes que vienen a nuestros comercios tampoco puedan. Pero ahí estamos los comerciantes, pagando más de 250 euros por poder disponer de nuestro vehículo junto a la tienda y en algunas zonas ni poder aparcarlo podemos.

Los técnicos que acuden a las reuniones explicativas del Ayuntamiento de Pamplona-Iruñea, nos dicen que tenemos razón. Nos lo dicen de tú a tú, en privado, después de explicar todo e incluso dar las medidas de las plazas mal pintadas en las calles ya comentadas. En público sólo asienten con la cabeza. Pero así nos quedamos, sólo con la razón, pero sin soluciones ni partida presupuestaria. Después nos plantan un campo de Solfbol en lo que iba a ser un aparcamiento disuasorio con una partida presupuestaria de 190.000 euros, aunque no hay dinero para iluminar Corralillos, o para corregir una docena de rallas pintadas en el suelo para mejorar la accesibilidad de las personas mayores o dependientes. Como siempre, un despropósito.