José Antonio González García «Nebera»

Ni respeto, ni comparto

Por eso y por la cobardía muchos que dicen, solo dicen, ser la izquierda y hacen como muy de derechas, mansos corderos mas bien, sonrojándose cada vez que tratan de explicar a la audiencia el porqué de sus acciones.

A estas alturas no puedo decir que lo que está aconteciendo en Catalunya este cambiando mi sentir, ni cambiando mi opinión. A estas alturas todo lo mas que está pasando es que me voy reafirmando en ellos. Y de qué manera.

La democracia no tiene la culpa y por eso declararme antidemocrático no hace otra cosa que situarme donde nunca he querido estar, al lado de quienes siempre he considerado mis enemigos políticos, los auténticos fuera del sistema en cuanto lo pervierten y degradan. Es una guerra que ellos me declararon de esto hace muchos años por cierto. Soy demócrata y no quiero dejar de serlo por mas que ellos, siempre ellos, se declaren también demócratas de toda la vida.

El estado de derecho tal y como yo lo entiendo, y entiendo también que no es una forma de gobierno que cada cual puede dibujar a su libre albedrio, y en contraposición del estado autoritario que obvia el mandato popular, del pueblo para no crear dudas, para amparado muchas veces por el poder judicial, nombrado y aupado a dedo, hace y deshace según el dictamen de sus intereses. El estado de derecho surge del poder del pueblo y se ampara en el parlamento compuesto por los representantes legales de este.

Que una ley no es buena, aunque sea magna, por ser ley es tan evidente como la necesidad diaria que reformarla y adaptarla al día a día y al clamor popular. Toda ley que limite o prohíba un derecho no es buena, no debería ser ley.

Durante muchos años por no pensar nacionalsocialismo, o nazismo en su contracción mas natural, uno se situaba frente al poder ejercido por un dictador y nacido de un golpe de estado y una guerra. Yo era rojo y antisistema y muchos de los que hoy soy demócratas de siempre eran acólitos fieles de este sistema.

Durante muchos años por apoyar unas ideas y una voluntad popular me declararon terrorista, me llamaron terrorista y me condenaron como terrorista a no poder votar o a votarles a ellos. Un antisistema, rojo y terrorista.

Pervirtieron la ley hasta donde ni ellos mismos imaginaron. Basta recordar las justificaciones «legales» para la ilegalización de listas electorales de ANV por el entonces juez Baltasar Garzón, nueve de cada diez listas fueron declaradas ilegales o contaminadas. Por aquel entonces la ley no permitía ilegalizar listas pero lo hicieron. Más adelante también ilegalizaron ANV.

Acción Nacionalista Vasca, ANV-EAE, partido fundado en 1930 de ideología nacionalista vasca que se definía asimismo como de izquierdas, republicano e independentista.

Si el Poder Judicial, la justicia es otra cosa, puede interpretar la ley hasta considerar delito de terrorismo los altercados de Altsasu, hasta 375 años de cárcel para los ocho encarcelados, la solidaridad y defensa de los presos de ETA, hasta 600 años de cárcel, yo que conozco algunos de ellos no puedo menos que pensar en otros tiempos y otras muchas acusaciones «ad hoc» y pensar que una justicia que es diferente según el juez que la aplica y el lugar donde se aplica no es una buena, ni es justicia. Sin olvidar a los 3 jóvenes de Errenteria detenidos en Iruñea el 11 de marzo en el transcurso de una manifestación y acusados también de terrorismo.

Antes estábamos acostumbrados a leer el nombre de Baltasar Garzón en todos los autos que mandaban a la cárcel, prisión preventiva para empezar y muchas veces nada más, y ahora nos estamos acostumbrando al de Carmen Lamela. Sin querer o poder decir más es una coincidencia que los hechos se repitan. Cada cual lea entre líneas, yo ya lo he hecho.

Si se puede encarcelar acusados de sedición a los presidentes de ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart yo, que no estoy sujeto a la hipocresía del Poder Ejecutivo, discrepo y me apunto a la opinión del Colegio de la Abogacía de Barcelona que acusa a la jueza de la Audiencia Nacional de prevaricar y de instrumentalizar la justicia. Mucho mas humilde yo no creo en esta justicia.

Si el Consejo de Ministros, me imagino que asesorados por los muchos abogados que el poder tiene a su servicio y pagamos todos, puede reescribir un artículo de la Constitución, su ley magna y comodín que ellos incumplen un día sí y otro también, para subvertir los derechos fundamentales, incluidos también en la Constitución, tengo claro que este no es el estado de derecho que yo imagino, el que yo quiero.

Solo leer que Felipe González contra la Autonomía Canaria, Manuel Fraga y Rosa Díez contra la Autonomía Vasca y ahora Mariano Rajoy contra la autonomía Catalana. El artículo 155 no es que tenga muy buena prensa y si peores válidos.

Si el Poder Judicial lo sabe y está obligado a saberlo no entiendo el porque no se adelanta y frena al Poder Ejecutivo en esta nueva amenaza a la democracia. Del estamento fiscal, empezando por el fiscal general, recordar que fue repudiado por la mayoría parlamentaria así que mejor ni mencionar. Ellos solos se bastan para hacerse oír.

Por eso y por la cobardía muchos que dicen, solo dicen, ser la izquierda y hacen como muy de derechas, mansos corderos mas bien, sonrojándose cada vez que tratan de explicar a la audiencia el porqué de sus acciones.

Una izquierda muy bien acomodada en esta democracia y estado de derecho que ellos mismos desdibujaron cuando pudieron y como pudieron. Tristes nombres para una historia reciente, Felipe González, Alfonso Guerra, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, José Bono, José Luis Rodríguez Zapatero, Susana Díaz, Alfredo Pérez Rubalcaba, Pedro Sánchez, José Barrionuevo, Rafael Vera, Txiki Benegas, Rodolfo Ares… Cuantos me he dejado, ellos son la historia de un PSOE que ha demostrado ser de todo menos de izquierdas.

Por eso y por cobardía hoy mismo se están desdiciendo del apoyo incondicional al artículo 155 reescrito por el PP y que seguramente, eso dicen muchos, nunca se hubiese materializado sin su incondicional carta blanca. El PP seguramente lo sabía y antes que Carles Puigdemont buscaba la cabeza de Pedro Sánchez.

Ni respeto, ni comparto todo lo que está pasando y mucho menos lo que temo que va a pasar.
No respeto a todos aquellos que se quedaron en casa y no votaron «Sí», «No» o en blanco en el referéndum.

No comparto el veto al derecho a decidir, ni el empleo de la fuerza “desproporcionada” para impedir el voto.

No respeto a un tribunal, sea Constitucional, Supremo o Audiencia Nacional, que no hace solo justicia.

No comparto las razones de ninguna de las empresas que han huido.

No respeto aquellos que primero apostaron por el federalismo, luego por el 155 y ahora por lavarse las manos.

No comparto las razones de quienes solo ven como salida la cárcel y la negación.

Hoy, 26 de noviembre, seguramente se declarará en Catalunya la República y yo seguramente sentiré envidia, mucha envidia porque me gustaría una Euskal Herria independiente y socialista.
Salud compañeros y que os vaya bonito y bien, peor es imposible.

Bilatu