Hace ahora 50 años, también existió en Euskal Herria, una campaña durísima, en contra de las ikastolas, promovida fundamentalmente, por parte de la Iglesia católica, ayudada por la derecha más recalcitrante existente en aquellos momentos en el país.

La ikastola era un elemento vivo, activo, dinámico, incardinada en la vida socio-cultural de Euskal Herria, lo que hacía de ella un elemento vital, en todo el proceso de transformación democrática y por tanto, era en la ikastola, donde se reflejaban todos los problemas existentes en nuestro país.

Todas las ideologías y formas de ver y construir la sociedad inundaron el debate dentro de las ikastolas.

Pronto aparecieron los Vox con txapela de la época, planteando problemas en las ikastolas, en unos casos ayudados por miembros de la Iglesia católica, que como primera medida prohibieron la celebración de las reuniones plenarias de la Federación de Ikastolas de Bizkaia-BIE, en el convento de los Pasionistas de Euba, para a continuación los chicos de la txapela, editar con su ayuda, un «libelo anónimo» titulado 'Ikastolak.Todo sobre las ikastolas', y en cuya portada se encontraba una ikurriña con la hoz y el martillo, superpuestos y donde se planteaban las resoluciones de sus reuniones.

Lo que en la actualidad plantean Vox, PP y compañía, no es nada, para el contenido, que en aquellos instantes se decía de las ikastolas.

Con el señuelo de qué idioma utilizar, como medio de comunicación en las aulas, batua o euskalki, enseñanza o no de la religión católica, en horario escolar, lo que se pretendía en definitiva era desprestigiar a la propia ikastola y a sus maixus y andereños, estableciendo bulos, como que se enseñaban prácticas de «amor libre» y a los padres y madres poniéndoles la etiqueta de burgueses.

Eran temas que tuvieron que ser solucionados en las ikastolas, previos debates y asambleas, dándose resultados en muchos casos satisfactorios, mediante la aprobación, de que sea el batua y las directrices emanadas de Euskaltzaindia, el idioma de enseñanza y la religión se impartiese fuera del horario escolar y quienes lo deseasen, lo harían en sus respectivas parroquias.

Pero no en todas las ikastolas se dieron estos resultados, hubo separación de centros, familias que optaban por salirse de sus centros y acudir a otros que optaban por la solución democrática, fueron años de verdadera zozobra, ya que, por otro lado, la administración española presionaba planteando una ley, la conocida como la Ley Villar Palasi, con aspectos sobre edificios, titulaciones de maixus y andereños, etc., que muchas ikastolas no cumplían. A pesar de todo, las ikastolas continuaron su labor.

Volviendo al libelo antes mencionado, en su página 16 y siguientes, se decían cosas, que ni Vox y PP, hoy se atreverían a plantearlas.

.- Las andereños dicen «que los hijos no son de los padres, sino del Pueblo».

.- La educación y vida de los padres es burguesa. Hay que trabajar para educarlos en el socialismo.

.- Un padre de esta clase de ikastolas extremistas de Bizkaia y Gipuzkoa, recomiendan a los niños que tienen algo contra las andereños o contra las ikastolas, déseles este consejo, {eso decírselo a las andereños, no a los padres, las andereños lo arreglaran».

.- La queja principal que se recogía de los asistentes (a las reuniones) fue la que, si hubiera una inspección, resultaría que la mayor parte de las andereños, carecen de titulo y solo piensan en andar de reunión en reunión.

.- Los sacramentos, la misa, el cielo son puras brujerías.

.- ¿Qué no se da religión en las ikastolas? Eso no importa. Esa es la impresión general de todas las reuniones.

.- Se comprobó que la mayor parte de las andereños carecen de fe, son contrarias a la doctrina y la enseñanza de la Iglesia. Y aunque en algunas ocasiones se dé alguna enseñanza de la religión, no importa por cuanto ellas están sobre los niños y ellas tienen más fuerza, por cuanto cuentan con más horas y formas de influir sobre los mismos, con cuentos, cantos, etc.

.- Un asistente contó este hecho: conozco dos andereños que algunos domingos llevan a sus niños al monte y después de inculcarles sus doctrinas, los envían a los niños pacíficamente a sus casas diciéndoles «con esto habéis cumplido las obligaciones del domingo. No necesitamos oír misa, pues esta reunión ha sido vuestra misa de hoy».

.- La mayor parte de los responsables de las ikastolas están fuera de la Iglesia, muchos son contrarios y luchan contra ella.

.- Muchas andereños hacen profesión pública de ateísmo y, sobre todo, los niños no ven en ellas, ningún testimonio de la fe. Aún a las mismas andereños que siguen fieles a su misión, se les inculca la enseñanza de la disconformidad.

Después de todo esto, en este libelo, se proponía una serie de medidas a adoptar todas ellas encaminadas a descapitalizar el gran caudal humano y técnico, que en aquellos momentos disponía el movimiento de ikastolas y se atrevían a indicar que deben existir dos tipos de ikastolas.

a) Ikastola (andereños y grupo dirigente radicalizado) que quiere el euskera académico y sin religión, son las que se quieren implantar en Bizkaia.

b) Las ikastolas parroquiales (con dirección de los padres de familia). Propugnan el euskera popular y la religión. Van en esta línea escuelas (ikastolas) de Azpeitia-Loiola, Urretxu, Bergara, Elgoibar, Deba, Hernani, etc., una de Iruñea, Gasteiz y una de Ondarroa.

A pesar de estas duras maniobras efectuadas por los herederos de la derecha vasca, ayudados por una parte retrograda de la Iglesia y con el apoyo de la Administración del Estado, 50 años después, hoy las ikastolas, tanto públicas, como privadas, gozan de una buena salud, a la espera de convertirse pronto, todas ellas, en la Escuela Nacional Vasca.