Arnaldo Otegi
Candidato a lehendakari de EH Bildu

Nobel de la Paz y libertad para Marwan Barghouti

Hace escasas semanas, Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz con el que tengo el placer de compartir amistad, y que reclamó mi liberación con tesón (por lo que siempre le estaré muy agradecido) propuso al líder palestino Marwan Al Barghouti para el Premio Nobel de la Paz.

No puedo más que suscribir este llamamiento y sumarme a la petición para que el líder nacional palestino Marwan Al Barghouti, que está detrás de los barrotes de la prisión de Hadarim, sea declarado Premio Nobel de la paz.

Marwan Barghouti nació el 6 de junio de 1959, en el pueblo de Kobar, cerca de Ramallah y se crió en la Palestina ocupada siendo su vida moldeada por esta ocupación y por su lucha en contra de ella. Marwan ha pasado un total de 17 años en las cárceles israelíes, incluyendo los últimos once años consecutivos. Su primera experiencia en prisiones israelíes se remonta a 1978, cuando se encontró acusado por el ocupante israelí de ser un miembro de Fatah.

En 1987, el Estado de Israel lo expulsó de su tierra natal por «incitar» a la lucha contra la ocupación. El volverá en 1994, tras la conclusión de los acuerdos de paz de Oslo. Fue elegido diputado en las elecciones parlamentarias de 1996 y reelegido en las elecciones generales de 2006 como cabeza de lista de Fatah. En 2009, fue elegido miembro del Comité Central de Fatah.

Durante la segunda Intifada, y después de dos intentos fallidos de acabar con su vida, fue detenido por las fuerzas de ocupación israelíes el 15 de abril de 2002. Fue el primer miembro palestino del Parlamento en ser detenido por Israel. Muchos siguieron.

El 6 de junio de 2004, tras lo que los observadores internacionales y delegaciones que asistieron describieron de forma unánime como un «show-juicio político», Marwan Barghouti fue condenado a cinco cadenas perpetuas y cuarenta años de prisión.

Cabe señalar que Marwan Barghouti se negó a reconocer la legitimidad de la Corte de la ocupación, en especial para juzgar a un representante electo del pueblo palestino. Marwan pasó 100 días en interrogatorios y más de 1.000 días en aislamiento, privado del derecho a recibir visitas de sus familiares. Su esposa ahora lo visita durante 45 minutos cada dos semanas, mientras que sus tres hijos y su hija necesitan un permiso para poder visitar a su padre, que se conceden una vez cada 2 o 3 años.

Durante la segunda Intifada Marwan Barghouti jugó un papel central en la lucha palestina. Opuesto a los ataques contra civiles israelíes y en el territorio de Israel, defendió y continúa defendiendo el derecho del pueblo palestino a resistir la ocupación de conformidad con el derecho internacional, e hizo hincapié en que la paz y la seguridad serán el resultado del fin de la ocupación.

Marwan Barghouti aboga por la resistencia popular contra la colonización, así como el aislamiento de la ocupación israelí. Es un firme defensor de la oferta de la ONU, y continúa pidiendo una mayor participación internacional en vista del fracaso de las negociaciones bilaterales para asegurar la libertad y la justicia para el pueblo palestino, y la paz y la seguridad de los pueblos de la región.

En prisión, Marwan Barghouti fue el iniciador del “Documento de Conciliación Nacional de los Prisioneros”, elaborado por los líderes de las distintas facciones políticas palestinas, sobre cuya base se formó un Gobierno de unidad nacional en febrero de 2007. Marwan Barghouti ha insistido en que la reconciliación palestina debe ser una prioridad, y cree en un enfoque inclusivo, que una las facciones palestinas alrededor de la plataforma de la OLP.
Marwan Barghouti cristaliza así la voluntad de los más de 7.000 presos palestinos y la inmensa mayoría del pueblo palestino por alcanzar una paz justa y duradera que termine con la ocupación y ofrezca al pueblo palestino los derechos históricos que como tal le corresponden.

Es por ello que mediante este escrito me sumo a los esfuerzos internacionales para su liberación, así como para su nominación como Premio Nobel de la Paz.

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