Leyendo un libro de J. Steinbeck, "Viajes con Charlie", disfruto de las novelas autobiográficas, siempre en la medida en que pueden serlo, pero sobre todo por descubrir los viajes como argumentos, que me motivan y me traen recuerdos de los realizados por mí y los aún no llevados acabo.

Steinbeck que escribió su libro en 1962 me ha sorprendido hablándome de obsolescencia programada, al hacerse consciente del cinturón de basura que rodea a todas las ciudades que visita, envoltorios de productos manufacturados que se están multiplicando en todos los hogares y parece que esos desperdicios vayan a comerse y hacer desaparecer las mismas ciudades que los generan.

Ahora, parece que hemos descubierto la rueda. Hemos descubierto la obsolescencia programada, que los productos tengan una vida limitada. Escandalizadas, cuando es una estrategia para el buen funcionamiento del capitalismo, por su lógica capitalista. ¡Todo sea por el consumo!

¿Hasta dónde puede llegar esta lógica capitalista? ¿Hasta dónde son capaces de ir exprimiéndonos para lograr mayores beneficios económicos?

¿Acaso no hay en estos momentos, una obsolescencia programada para aquella gente que no tienen trabajo, para quienes lo tienen y no llegan a fin de mes, para aquellas que no tienen una vivienda donde recostarse por la noche? Es una obsolescencia insultante y difícil de revertir.

¿Cómo conseguir una vida digna para todas las personas, cuando hay que dar el paso de la indignidad a la dignidad, de personas que lo han perdido todo a tener personas con lo básico cubierto? Difícil, muy difícil.

¿Pero, y si nos planteamos el problema de manera diferente, de manera que no generemos pobreza? De manera que evitemos que exista pobreza entre nosotras. Harta ya de estar harta (como decía Serrat), de ver a gente dormir en la calle, no quiero verlos más, quiero que cada una tengo un techo, tenga para comer, tenga una vida digna.

Se puede, podemos. Podemos evitar generar personas pobres y generar una sociedad digna y ejemplarizante para otros países. Podemos ampliar mucho nuestra fecha de caducidad. Podemos mejorar con mucho nuestra calidad de vida. Con una Renta Básica Incondicional podemos hacer que todas las personas tengan una vida digna.

Los jóvenes, larga vida a los jóvenes, ya sean de la generación que sean,

-Generación X (1961 - 1981)

-Generación Y o Millenials (1982 - 2001)

-Generación Z o centennials (1994-2010) o

-Generación Alfa (nacidos entre 2010 y 2025)

Jóvenes y no tan jóvenes que ahora van a recibir ayudas para la vivienda, ayudas para su formación cultural, etc., pero que no dejan de ser ayudas.

Lo que planteamos con la RBI son derechos. Derecho a una vida digna, derecho a vivir con un mínimo, con lo básico para sobrevivir.

Si fuese joven, no me gustaría que alguien o algo me imponga una obsolescencia programada o sin programar.

Si fuese joven, no me gustaría tener una fecha de caducidad.

Si fuese joven, firmaría por tener una renta básica incondicional que me permitiese elegir el empleo que deseo, estudiar lo que me gusta y vivir como quiera.

Si fuese joven, firmaría por tener una renta básica incondicional para todas las personas, que sea universal, y que sea individual.

Si fuese joven, firmaría la Renta Básica Incondicional, sin dudarlo en www.http://rentabasica.eus.
Y si tengo dudas, ante la duda firmar, (necesitamos 10.000 firmas) para que al menos se pueda debatir en el Parlamento Vasco.

No soy joven, soy de la quinta generación que no aparece ya ni en la lista, la generación del Baby Boomers (1946 - 1960).

No soy joven, pero también he firmado por una Renta Básica Incondicional.