Mikel Huarte Alzueta

Osasuna se traduce «La Salud»

A día de hoy goza, en lo futbolístico, de buena salud, arriba en la tabla, pero todavía hoy en el club hay quienes sufren principios de amnesia.

La celebración del centenario de Osasuna ha coincidido paradójicamente (por su nombre) con una pandemia mundial que ha afectado de manera calamitosa a la salud, el aumento de la mortalidad y directamente a nuestra forma de vida. Casualidades de la vida, la fundación del club, tuvo lugar con los coletazos de otra pandemia, la conocida como «gripe española», ocurrida a nivel mundial en 1918 se cobró más del doble de muertes que el Covid-19, 3000 muertos en Navarra, 243 de ellos en Pamplona, y Etxarri Aranatz la tasa de mortalidad más alta de Europa. En este contexto, vamos a tratar de establecer algunas relaciones y para ello hemos recogido el título de una novela de Jesús Mauleón.

Entonces como ahora, ya lo advirtió el médico anarquista Isaac Puente, «La salud, como la libertad, ha de conseguirla cada cual», y es evidente también añadir la necesaria participación de toda la colectividad social para poder implementar ambas: salud y libertades públicas. De otra manera resultaría imposible. Hace cien años sólo los ricos y las clases medias altas podían tener acceso al médico y hoy en día gozamos de un sistema de Salud Pública que en Navarra llamamos Osasunbidea gracias a la conquista sociales y democráticas.

Junto al viejo campo de San Juan se encontraba la Clínica San Miguel, fundada en 1919 por el médico Victoriano Juaristi, quien apuntando ya una concepción social y  holística de la salud, escribió lo siguiente:  «¡Poderosos! Favoreced la educación del pueblo, haced casas para los obreros (…)  El sol, el aire y el agua sostienen la vida sobre la tierra. Amadlos». Un familiar de Francisco Altadill, uno de los fundadores de Osasuna, recordaba que su padre estaba ingresado en dicha clínica por entonces lo cual le hacía creer que pudo influir a la hora de apoyar el nombre. Entonces estaba en boga la gimnasia sueca, el ejercicio físico como medio para llegar a la salud, por eso adoptaron el nombre precedido de Atlético. Eladio Zilbeti, Txomin Meaurio, Ignacio Perillán y Pepito Huici, partidarios de la república, realizaban la propuesta el nombre en euskera al resto de compañeros.

Tras los problemas sociales, económicos y de salud ocasionados por la pandemia mundial todavía en activo, nos damos de bruces con el «cambio climático» cuyas consecuencias influirán en la salud pública. La bicicleta es una de las herramientas a mano para combatirlo. La máquina perfecta decían de ella, la más eficiente, con la bici el mundo rueda sin humos. En Iruña los promotores de las carreras a nivel  deportivo, la Unión Ciclista Navarra de los años 20, estaban Jesús Monzón, Natalio Cayuela, Fortunato Aguirre… Osasuna contaba con un equipo ciclista. El mejor juego, el fútbol y la mejor máquina, combinando con la carrera atlética. Ciclistas, gimnastas y korrikalaris luciendo la camiseta roja: Cruz Amestoy, Eloy Zufiaurre, Francisco Goicoechea...

Uno de los primeros clubes en disponer de médico  y fisioterapeuta. El galeno Ricardo García Enciso y el masajista/practicante profesional Vicente Rey ejerciendo cerca de 30 años. Conocía a los jugadores mejor que nadie. En una entrevista en 1953 reconocía la ventaja para el club y añadía que los equipos contrarios también se beneficiaban de sus servicios.  Ángel Goicoechea, periodista, años más tarde presidente de Osasuna y alcalde de Iruña durante el franquismo, señalaba una de las razones porque a Osasuna llegó más tarde el profesionalismo «personas como Ricardo trabajaron exclusiva y gratuitamente por este club que era el de sus amores».

Los García Enciso provenían de Artajona, Emilio y Victorino eran hermanos de Ricardo, al que un fallecimiento prematuro, dejó la imprenta familiar a su viuda y años más tarde su hermano Emilio prosiguió. Victorino en 1920 era juez en su localidad natal, para después dedicarse a la elaboración pan y concejal republicano en Iruña, afiliado a Izquierda Republicana, además aparece en la Asamblea de Osasuna de 1935 como socio encargado de revisar las cuentas del Club.

Natalio Cayuela fue presidente de Osasuna durante casi una década, con él llegó la popularización del fútbol, el ascenso a primera división y durante el período republicano fue al mismo tiempo presidente de Cruz Roja Pamplona, vocal de la Casa Misericordia además de desempeñar su trabajo como funcionario de Justicia  de alto nivel. Se marcó como objetivo la creación de un dispensario médico en Iruña con el advenimiento de la guerra se frustró. Su hermano Santiago, abogado como él, era amigo de Victoriano Juaristi, médico y artista de inclinaciones republicanas, presidente del Ateneo Navarro, donde coincidiría con el menor de los Cayuela y su afición a la literatura. El saludo de entonces, «salud y república» tenía resonancias claramente democráticas frente a otros que decían «dios, patria y rey». La segunda república proclamó la salud como bien común y derecho social.

Con el golpe militar y fascista se sucedió la guerra, el asesinato de Natalio, Santiago, Victorino el concejal o de los korrikolaris Cruz, Eloy y Francisco así como la de varios osasunistas más, el encarcelamiento, el exilio (el masajista Vicente). Las cifras de Navarra fueron brutales, eliminados 3450 navarros por sus ideas políticas como así lo habían manifestado los mismos golpistas (E. Mola). Emilio García Enciso, según un testimonio que recoge Jimeno Jurio,  falleció del disgusto tras el asesinato de su hermano Victorino y el médico Juaristi, aún ejerciendo como doctor de la Junta de Guerra Carlista, criticó abiertamente la ejecución de su amigo Santiago. La salud pública tornó en sanidad de guerra y las heridas no han cicatrizado a día de hoy bien por olvido o por ocultamiento.

La democracia, la transparencia y la participación social son signos de salud colectiva. El periodista y fundador de Osasuna José Huici dejó escrito, tras la proclamación de la república, que Osasuna era uno de los clubes más democráticos del país. A día de hoy goza, en lo futbolístico, de buena salud, arriba en la tabla, pero todavía hoy en el club hay quienes sufren principios de amnesia, por lo que sería necesario y con carácter urgente un tratamiento de psicoterapia que básicamente se trata de reconocer la investigación y el estudio de quienes fueron sus fundadores y lo que les aconteció en la maldita guerra, de lo contrario, el paciente puede vivir sin ser dueño de todas sus capacidades cognitivas y pronto verse tutelado por agentes que no obedecen al espíritu primigenio: Club Atlético Osasuna de todos y todas sus socias, máxima expresión de la sociedad navarra, que desea y apoya la reparación a las familias represaliadas y dignificar la memoria de las víctimas.

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