Iñigo Ulibarri
Profesor

Osotu Ikastetxea Güeñes

Es increíble para un educador llegar a ver las caras de tu alumnado cuando descubren nuevo conocimiento, cuando se preguntan nuevas cuestiones, cuando se sienten seguros y ven que aprenden

Se nos llena la boca al hablar de sinergias, cooperación, construcción de país y demás mientras eslóganes políticos nos tratan de mantener en el espejismo de que somos diferentes. A la vez, nos miramos en el espejo de aquellos que están a la cabeza y lo hacen mejor. Esos son nuestros referentes siempre y, muy a menudo, se encuentran a un avión de distancia. El problema está cuando existen referentes en tu propio entorno a los que se les pone palos en las ruedas y deben caminar entre un mar de tempestades y dificultades.

El proyecto Osotu nació en Bizkaia desde la crítica constructiva al sistema educativo actual y se ha construido a base de tiempo, reflexión, formación, innovación, deconstrucción, una tremenda sensatez, un liderazgo que es el primero en tirar del carro con perseverancia y humildad y la creación de un equipo que siempre trabaja de manera transversal con un objetivo común. En el centro, el alumnado y en la cabeza la puesta en marcha de ese marco educativo que emana desde Europa y que entre nosotros tiene el nombre de Heziberri. Unas palabras clave; educar en competencias, atención a la diversidad, educación emocional, transformación educativa… Educar, aprender, diversidad, competencias para la vida, educación para el siglo XXI…

La exigencia de este trabajo es alta, la responsabilidad enorme y los resultados trascendentes y significativos. Tras cuatro cursos, la primera promoción salió este pasado junio de 2022 siendo personas capaces de enfrentarse a las diferentes situaciones del sistema educativo vasco. Ese grupo de adolescentes que, en la segunda semana de su primer curso y sintiéndose en seguridad, estaban contando en voz alta en clase vivencias y problemas muy personales. Ellos y ellas son ahora personas competentes, personas que creen en sí mismas, resilientes, respetuosas, divergentes, comprometidas con la sociedad, críticas, valoradas, aceptadas y criticadas desde el respeto, capaces de trabajar de forma cooperativa, empáticas, que han aprendido y no vomitado conocimientos y a las que les ha faltado tiempo para volver a visitarnos y valorar la suerte que han tenido de pasar por este centro.

En los tres cursos que llevo trabajando en Osotu he aprendido mucho, creo que siempre se aprende más enseñando y que esta es una de las profesiones mejores del mundo. Es increíble para un educador llegar a ver las caras de tu alumnado cuando descubren nuevo conocimiento, cuando se preguntan nuevas cuestiones, cuando se sienten seguros y ven que aprenden. Es un gran honor acompañarles cada día en cualquier momento ya sea en clase, en los pasillos o comiendo con ellos y ellas.

No creo que el secreto sea ningún método, aunque, desde luego hay muchos elementos diferenciadores y transformadores. Quizás el principal es que en este centro no te la juegas a ver si el profe o la profe de turno es alguien comprometido, motivado o la propia inercia de las cosas le va a dejar atender a sus niños y niñas como se merecen. El equipo trabaja a una y el objetivo está claro, dejar que tus hijos e hijas brillen, ponerte a su lado, ser referente y aportar todo lo que somos a ese futuro que queremos.

Osotu ha demostrado ser un proyecto consolidado y con garantías. Siempre ha querido aportar a la sociedad y nunca como un centro privado sino accesible a todos y a todas. En este país la justicia suele favorecer a unos pocos y, aun cumpliendo los requisitos, nuestro centro no está aún concertado. Sinceramente, viendo como a veces se hacen las cosas, es una exigencia de toda la sociedad que existan más centros como este. No se me entienda mal, sobre el papel todos educamos igual, hay que cumplir la misma ley. Pero es muy sintomático el hecho de que un porcentaje estadísticamente significativo de familias que envían a sus hijos e hijas a Osotu provenga del mundo de la enseñanza de este país.

Recuerdo aquel vídeo que uno de mis tutorizados hizo como proyecto personal hace dos cursos. La primera pregunta fue ¿qué es para ti Osotu?

Mi respuesta; «Osotu es una oportunidad, Osotu es una necesidad».

Basta ya de desoír a 200 familias, menospreciar sus realidades, incumplir la ley y socavar sus derechos a elegir una educación de calidad centrada de verdad en sus hijos e hijas.

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