Para empezar, decir que la posición que están manteniendo tanto la patronal como la Diputación Foral de Bizkaia es vergonzosa y de una soberbia impresionante, aparte de insultante para las trabajadoras, personas usuarias y familias del sector.

Es vergonzosa, porque la Diputación echa balones fuera, no se responsabiliza y se niega a tomar parte en solucionar un conflicto de este calibre que lleva afectando a usuarios y trabajadoras del sector mucho tiempo ya. Este es un servicio público, que la Diputación (o dicho más claro, el PNV) decide privatizar y dejar en manos de empresarios que su único fin es poder sacar rentabilidad económica de estos. Y dado este grandísimo paso por parte del PNV, ¿ahora que pasa? Que nadie se hace cargo del servicio como se debería. La patronal dice que no tiene dinero, porque diputación no le da, y que no puede ofrecer más que calderilla para que no nos quejemos, y la Diputación, dice que esto no es problema suyo, que nos arreglemos con la patronal, que ellos no quieren hablar de las condiciones en las que tenemos que trabajar. ¿Pero como no va a ser problema vuestro lo que ocurre en las residencias que se subvencionan con dinero público, de todos y todas nosotras? ¿Como no va a ser problema vuestro que las personas usuarias tengan que comer en 8 minutos porque no hay más personal en los centros para poderles atender? El único modo de poder mejorar el servicio, es mejorar nuestras condiciones de trabajo y contratar más personal, no hay otra. ¡¡¡Así que no se atrevan a contarnos mentiras!!!

Y nos encontramos en el mes de octubre de 2016, han pasado 10 meses desde que se constituyó la mesa de negociación, asambleas con las trabajadoras en los centros, concentraciones, reuniones con partidos políticos, peticiones para la renovación de la ley de ratios con respuesta positiva, comparecencias en juntas, propuestas concretas a partidos y patronal, siete sesiones de encuentros con la patronal… y esto es el máximo que nos ha llegado a ofrecer la patronal:

- Nada de incremento salarial para el 2016 y un incremento del 0,6% en 2017. Que se traduce en ¡3 euros de subida! Para la que tenga jornada completa, claro.
- Jornada anual de 1696 horas para 2017. Ahora trabajamos 1698 horas, por lo que se atreven a ofrecernos ¡2 miserables horas menos de jornada al año!
- Nada de nada en permisos, licencias y complementos de IT.

Nosotras, desde LAB, desde el primer momento hemos reivindicado que este tiene que ser el convenio del cambio, un cambio real en las condiciones de trabajo, que las trabajadoras y personas usuarias noten en su día a día una mejora en el servicio y la atención. Para ello, nuestras reivindicaciones han sido desde un principio:

- Convenio provincial que se aplique en todas las residencias de todo Bizkaia y para todas las trabajadoras.
- Jornadas de trabajo de 1592 horas anuales. Nosotras trabajamos 106 horas más que en Residencias públicas de Bizkaia y que en las concertadas de Gipuzkoa.
- Incremento salarial importante que por lo menos compensen la labor que hacemos. Algunas de nosotras no nos llevamos al bolsillo ni 1200 euros a jornada completa.
- Mejoras en compensación de festivos, licencias retribuidas, compensación de IT al 100%, nocturnidad, antigüedad, lactancia…

Para ello, desde un principio hemos mostrado nuestra disposición y determinación para hacerle frente a esta situación tan dura que se nos presenta, y se nos viene presentando, y creemos que es un problema que se tiene que afrontar como sector y con todo el sector. Si se quiere abordar de una forma efectiva y mejorar de verdad la situación, creemos que todas las trabajadoras somos necesarias y creemos que de verdad se pueden preparar un escenario donde se den las condiciones para que todas estemos en la calle y esto ya no tenga vuelta atrás.

Nosotras ya planteamos en su día que lo que se necesitaba era un acuerdo intersindical con un planteamiento ambicioso y con garantías claras para todas las partes de que en esta lucha contábamos todas y decidíamos todas que hacer y cuando, y con unos mínimos claros por los que lucharíamos. Pero la mayoría sindical quiso hacerlo a su manera y por ello cada uno hemos ido haciendo grandes cosas en todos estos meses.

Ahora bien, queremos dejar claro que nosotras seguimos creyendo que tenemos que crear esas condiciones, y que estamos más que dispuestas para dar una «respuesta contundente», donde todas seamos parte de este cambio, que por determinación de las trabajadoras ya no tiene vuelta atrás. Queremos dejar claro que vamos a hacer todo lo posible para que esto sea así. Que seguiremos haciendo asambleas en los centros donde podamos para ir articulando algo para todas, e intentando llegar a donde asta ahora no hemos podido.

¡Va a ser una lucha larga y aquí no sobra nadie!