Jorge Nicolás Garay Zabala

Personas en Gernika el 26-IV-37

Dice Agustín Goikoetxea en su reportaje sobre el bombardeo de Gernika –GARA, 23 de abril– que «aquel fatídico día de mercado en que cerca de 12.000 personas, muchas de ellas refugiadas, ocupaban la emblemática villa foral vizcaina».

No es cierto que hubiese cerca de 12.000 personas en Gernika el 26-IV-37. Esa tesis no se sostiene con veracidad.

En 1880 se promulga una ley en España que establece que desde 1900 en adelante los censos de población deben efectuarse en los años acabados en 0. Con arreglo a esto, el último censo de población antes de 1937, fue el del 31 de diciembre de 1930, dado a conocer por el gobierno de la República el 6-VIII-1932. La población del municipio de Gernika y Luno el 31-XII-1930, último censo conocido, era de 5.229 habitantes de hecho y 5.185 de derecho. Para 1937 es de suponer que hubiera aumentado algo. El 26-IV-37, es de suponer también, que habría algunos refugiados procedentes de Gipuzkoa y de algunos otros pueblos del este de Bizkaia, pero también es de suponer que otros habitantes de Gernika se habrían establecido en Bilbao y márgenes de Ría, más lejos de la zona de frente, situada el 26-IV-37 en Markina, Etxebarria, Barinaga, Berriatua y entre Lekeitio y Ondarroa (Asterrika), a unos 20-23 Km. de Gernika en línea recta. Para el 26-IV-37 había varios cientos de hombres de Gernika en edad de quintas y por lo tanto en el frente. Había dos batallones del PNV acuartelados: el Saseta y el Loyola (sic, con Y). Y otro más, el Gernikako Arbola, transformado luego en Salsamendi, del PC. Había también dos hospitales de sangre para gudaris y milicianos heridos. Sin embargo –además de los heridos en los hospitales de sangre– no había más combatientes en Gernika el 26-IV-37, que los gudaris de una compañía del batallón Saseta. Los batallones de Euzko Gudarostea se componían de 610 hombres cada uno, y cada compañía, que eran cinco, de unos 120 hombres, que estaría reducida por las bajas en combate.

«Nos encontrábamos desde la víspera en la villa, reorganizando la unidad para volver en seguida al frente. Nuestra compañía era la única fuerza militar acantonada en Gernika en esa fecha... Y nuestra unidad era la única acantonada en la villa porque dada la crítica situación de los frentes de guerra, todos los batallones disponibles estaban en linea dando cara a la ofensiva del enemigo». (Joseba Elosegi, capitán de compañía del Saseta, "Quiero morir por algo", pág. 129, 2ª edición, Barcelona, Plaza Janés, 1977). Por cierto, la compañía mandada por Elosegi, creo que la Zarragoitia de nombre, era también en la que estaba el gudari Juan José Rekondo, articulista y colaborador en Egin y en Punto y Hora de Euskal Herria.

El mercado del lunes 26 de abril fué suspendido por Francisco Lazkano, delegado del Gobierno de Euzkadi: «Te nombro delegado del Gobierno en la plaza de Gernika. Hazte cargo de aquello». Le dijo José Antonio Agirre en conversación telefónica 24 horas antes del bombardeo. La orden de Lazkano de suspender el mercado fué cumplida por unos piquetes de gudaris apostados en las carreteras de Bilbao, Bermeo, Lekeitio y Errigoitia, para impedir la llegada de baserritarras (Vicente Talón,  "Arde Guernica", 1970 pág. 76). Sin embargo, algunos acudieron, como la aldeana de Mendata, Teresa Gorriño, abuela de Jon Irazabal Agirre, autor de "1937 martxoak 31- Durango - 31 de marzo de 1937" (ver este libro, pág. 152).

En el libro "Gernika-Memoria de un pueblo bajo las bombas y el fuego", de Ingo Niebel y Juantxo Egaña, 2012, en la página 27, aparece la siguiente cita atribuída a Joseba Elosegi: «la demanda, lógicamente, no era la habitual y las transacciones, que en aquella feria eran la compraventa de productos del campo y de la ganadería, eran mínimas». No la encuentro en "Quiero morir por algo".

También suspendió Lazkano el partido de pelota programado para la tarde, a partir de las cuatro, en el frontón de Gernika. Lo que salvó muchas vidas. Francisco Lazkano en cuando terminó el bombardeo, se trasladó a Bilbao para informar verbalmente, y como su nombramiento había sido telefónico, aprovechó para pedir que se lo dieran por escrito, por lo que en la fotocopia que aparece en el libro de Castor Uriarte Agirreamalloa, "Bombas y mentiras sobre Guernica", lleva fecha de 27 de abril de 1937, como aclara Uriarte en la página 167.
Lazkano tomó la decisión de suspender la feria y el partido, después de atravesar Arbazegi Gerrikaiz en pleno bombardeo –por lo que pudiera pasar en la villa foral– y se presentó en Gernika avanzada la mañana del 26 de abril.

Si somos ecuánimes, tenemos que convenir que en Gernika el 26-IV-37 había unas 5.500 personas.

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