Juan de Gaztelu

PNV, ¿todo por el bien común?

Otra vez más, en las entendederas del PNV quedan fuera otras alternativas como moderar las ganancias y beneficios empresariales.

El martes asistimos a una nueva escenificación de la buena sintonía que mantienen los dirigentes del PNV con la patronal y las grandes empresas. Así, desde Íñigo Urkullu hasta Ramiro González, pasando por Arantza Tapia, se mostraron muy comprensivos con la dirección de Mercedes Benz Vitoria al firmar un «compromiso estratégico» para el futuro de la empresa automovilística. Este acuerdo que busca la competitividad de la factoría de Gasteiz es avalado por los dirigentes políticos mencionados, que se atreven a exigir «hacer todo lo posible para conseguirlo pues es una oportunidad que no se puede dejar pasar». En esta línea, Urkullu se desplazará el próximo mes de julio a Alemania para reunirse con los mandamases de la empresa en Stuttgart y manifestarles el compromiso de las instituciones vascas, tanto Gobierno Vasco, Diputación Foral de Álava, como Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, gobernadas todas ellas por su partido, con el sector de la automoción.

Estos compromisos y exigencias relacionadas con la competitividad, ¿a qué se refieren? A mi humilde entender van de la mano y se suman a la amenaza de la empresa, que exige flexibilidad y mesura en la negociación salarial del convenio colectivo a cambio de una promesa de continuidad en la capital alavesa y apertura en estas instalaciones de nuevas líneas de producción vinculadas al coche eléctrico. Así, el PNV por boca de Arantza Tapia se plega una vez más a los designios de la patronal y se atreve a mediar en las negociaciones del convenio colectivo de una de las empresas que más trabajadores y trabajadoras emplea en Vitoria-Gasteiz, sugiriendo-exigiendo al personal que pierda poder adquisitivo frente a la desbocada inflación; que asuman un calendario sojuzgado a los avatares de la producción y decisiones empresariales, etc. pues esto «garantizaría poder realizar las inversiones con un cierto nivel de seguridad y de serenidad».

Otra vez más, en las entendederas del PNV quedan fuera otras alternativas como moderar las ganancias y beneficios empresariales, que por cierto el año pasado fueron de alrededor de 23.000 millones de euros para esta empresa; hacer posible la conciliación familiar y laboral... que harían más llevadera esta crisis que afecta acusadamente a la clase trabajadora y redistribuiría el esfuerzo social y contribuiría al bien común que tanto se encargan de anunciar a través de la propaganda institucional de Gobierno Vasco. Frente a esta tesitura, debemos recordar nuevamente aquella canción de La Polla Records que decía: «todo por el bien común y tu viejo que tal mea». El PNV una vez más ha actuado, meando sobre la clase trabajadora y remando a favor de la patronal... todo por la pasta, ¡Sí señor! ¡Pero para los de siempre! Esa es su verdadera paz social.

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