Txelui Moreno
Portavoz de Sortu en Navarra.

Por la soberanía fiscal plena

El próximo7 deoctubre se reunirá en Iruñe a la Comisión Coordinadora del Convenio Económico entre Navarra y el Estado. Se trata de un órgano de composición paritaria que representa a los dos gobiernos (seis por la Administración del Estado y seis nombrados por el Gobierno de Navarra) y no a una representación del Parlamento, ni por lo tanto a la ciudadanía.

Entre sus funciones: a) Realizar los estudios que se estimen procedentes para una adecuada articulación estructural y funcional del régimen foral con el marco fiscal estatal; c) examinar los supuestos o cuestiones que se hayan planteado en materia de inspección entre la Admon del Estado y de la CF; h) determinar la aportación económica, tanto del año base como de los restantes de cada quinquenio, (...) a fin de elevarla a ambas administraciones para la adopción del correspondiente acuerdo; j) establecer el método para la cuantificación y liquidación de los ajustes por impuestos indirectos regulados en los art. 65 y 66 del convenio (entre ellos el IVA).

 El orden del día de la reunión del martes estará marcado por dos patatas calientes: El recurso planteado por el Estado contra Navarra para reclamar 1.513 millones de euros relativos al affaire del IVA de la VW y la agresión continuada del Estado a la potestad tributaria de Navarra por medio de sentencias del Tribunal Constitucional que anulan la capacidad de Navarra de establecer su propio modelo fiscal en materias ya reguladas por el Estado (lo que supone equiparar a Navarra con cualquier otra autonomía del Régimen común).

La mayoría del Parlamento de Navarra se ha pronunciado ya con rotundidad con respecto a estos temas. En el pleno extraordinario celebrado el 10 de septiembre; la mayoría del Parlamento aprobó dos importantes resoluciones. En la primera, se “insta al Gobierno de España retirar los recursos que mantiene en el TC contra las leyes forales, declara el derecho que corresponde a Navarra a definir sus propias políticas y su firme determinación a ese derecho ante las injerencias de las instituciones del Estado; se compromete a defender la soberanía fiscal de Navarra y reclama al Gobierno de España un reconocimiento expreso de la potestad originaria de Navarra en esta materia...” En la segunda, “el Parlamento de Navarra declara la necesidad de desarrollar una estrategia de negociación del próximo Convenio Económico con el Estado, sobre las siguientes premisas: alcanzar entre los grupos parlamentarios el mayor consenso; configurar la delegación de Navarra en la comisión negociadora en las próximas semanas, con la participación de todos los grupos parlamentarios y el Gobierno de Navarra; crear una comisión técnica consultiva que estudie la situación actual, las perspectivas y necesidades de futuro del Convenio Económico; iniciar una modificación del vigente Convenio Económico para solventar las consecuencias de la sentencia TC de junio de 2014, mediante las oportunas modificaciones en su contenido para salvaguardar en cualquier caso la competencia fiscal de Navarra” (Esta segunda parte fue aprobada por unanimidad).

 Transcurrido  un mes desde que el Parlamento aprobara estas resoluciones, todavía no se ha dado ningún paso efectivo para cumplirlas. El tema sigue empantanado en el laberinto de los tratos partidistas entre UPN y PP en Madrid e Iruñea. Mientras Barcina, Montoro, Beltrán y cía. usan este asunto como arma arrojadiza en sus luchas intestinas preelectorales; sobre el conjunto de la ciudadanía navarra pende la amenaza de un Estado obcecado en imponer su modelo centralista con el objetivo de cumplir hasta las últimas consecuencias la agenda neoliberal y austericida que empuja hacia el abismo de la pobreza a cada vez más sectores de la ciudadanía navarra. La coyuntura política que vivimos en Navarra y el contexto más cercano (confrontación democrática abierta entre Catalunya y Madrid por el derecho a decidir); exige que desde Navarra se adopte una posición de firmeza en la defensa de la soberanía navarra.


En lo que se refiere a la política económica y fiscal; ha llegado el momento de decir alto y claro que a la ciudadanía navarra le va muy mal el “negocio” que las élites tienen montado con España. Cada vez nos toca pagar más por menos. Se calcula que en los presupuestos de 2015 la aportación de Navarra en concepto de cupo va a rondar el 20% de los ingresos de la Hacienda Navarra, un 5% más que en ejercicios anteriores. En cambio, las inversiones del Estado en Navarra descienden de año en año y van dirigidas a proyectos de nula rentabilidad económica y social, en beneficio exclusivo de la élite y los lobbies empresariales próximos al Régimen.

El futuro de Navarra pasa por recuperar el poder político que haga posible que las políticas a aplicar en Navarra se decidan en Navarra. El falso “Pacto” con España nos condena a jugar permanentemente en terreno contrario y con los árbitros comprados.

Navarra tiene que empezar a dar pasos en la construcción de estructuras de Estado con capacidad normativa y ejecutiva soberana para desarrollar una política fiscal integrada. Para poder aplicar un nuevo modelo económico y socialmente más justo necesitamos dotarnos de la capacidad para legislar y gestionar los impuestos indirectos, incluido el IVA. Si eso requiere asumir y dotarse  de las herramientas para regular el comercio internacional, las exportaciones e importaciones y el control aduanero, tendremos que empezar a hablar de los pasos a dar para qué así sea.

La solución no es aceptar propuestas que estén al albur de los intereses de quien gobierne en Madrid, o llegar a acuerdos en función de intereses electoralistas, la solución pasa por recuperar la capacidad plena en materia fiscal. Para decidir aquí, donde invertimos y porqué.

Somos conscientes que es la mejor herramienta para poder hacer  política en beneficio de la mayoría social. Ningún país que ha asumido la soberanía plena en política fiscal se ha arrepentido de ello.

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