Txutxi Ariznabarreta
Miembro de Independentistak Sarea

¿Por qué permanecer en la dependencia?

Estamos a tres días del Aberri Eguna. El día de Euskal Herria. Una fecha que, junto a la celebración, invita a hacer una reflexión sobre la situación que vive nuestro pueblo.

En este inicio de primavera del 2016 nos encontramos con una Euskal Herria con un pie en el pasado de dependencia, que quiere poner el otro pie en un futuro de no-dependencia, pero que no acaba de decidirse a dar el paso definitivo.

La memoria histórica y el imaginario colectivo de la sociedad vasca es de dependencia. El peso del sometimiento de largos siglos de dependencia ha marcado nuestra sociedad, pero de generación en generación se han mantenido vivas las ansias de libertad y hoy se ve más clara que nunca la necesidad de ser dueñas y dueños de nuestro futuro.

Conocemos muy bien los perjuicios y las consecuencias de ser dependientes de España y Francia: guerras y conflictos; ataque permanente a nuestra lengua y nuestra cultura; negación de nuestra nación y de nuestros derechos; asimilación; falta de instrumentos y competencias para nuestro desarrollo económico y social; desprogramación permanente de nuestras estrategias de futuro por parte de los Estados español y francés; y un largo etcétera.

Aún así, la pregunta que surge siempre es la misma: ¿por qué la independencia? Cuando, teniendo en cuenta que tanto en los ámbitos individuales y personales, como en los sociales y colectivos, la dependencia es un valor negativo y la no dependencia ó independencia es un valor positivo, la pregunta más lógica y natural debería ser: ¿por qué permanecer en la dependencia?

Más aún, cuando la dependencia nos impide poder vivir mejor y pone objetivamente en peligro la pervivencia de nuestra lengua y nuestra cultura, y hasta de nuestro pueblo, como tal, ante la comunidad internacional. Cuando vemos, día a día, que nos impide profundizar en nuestra democracia y construir una sociedad justa y solidaria.

Ha llegado el momento de romper las cadenas que nos atan a ese pasado de sometimiento y dar el salto al futuro. Del pasado al futuro. De la dependencia a la independencia.

Pero, dentro de las estructuras de los Estados español y francés no hay ninguna opción de soberanía y están cerradas todas las puertas a la construcción de un futuro en libertad para Euskal Herria. Hay que superar la muralla que nos impide dar el salto: el statu quo de sometimiento que nos imponen.

En el camino hacia la soberanía el esquema bilateral de relación / negociación con los estados español y francés está agotado y es ya parte del pasado. Es impensable encontrar a nadie en la otra parte de la mesa de negociación. La única alternativa es la vía unilateral, un salto estratégico de gran calado que exige el respaldo de un movimiento independentista amplio y fuerte.

A partir del Aberri Eguna entramos en una nueva fase: en la fase de la decisión. Es urgente e imprescindible conformar y activar el sujeto político que incida sobre la agenda política y marque los ritmos del proceso de construcción del Estado vasco. El nuevo sujeto independentista, con una dimensión que va mucho más allá del abertzalismo y con las puertas abiertas a todas las personas dispuesta a compartir, desde la diversidad, un futuro común basado en la democracia, la justicia social y la libertad.

La red Independentistak va a trabajar con entusiasmo en el empeño de conformar ese sujeto político que debe propiciar la hegemonía del independentismo, porque esa es, precisamente, la misión principal de la red.

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