Txus Pérez Artuch

Problema cíclico

Resuenan los ecos del apuñalamiento mortal de octubre de 2001 en el bar Aldapa de Nabarreria. Se reavivan las imágenes de la zona del Caballo Blanco intransitable por jeringuillas en los no tan lejanos años ochenta.

Si algo hace diferente a una ciudad es su parte más antigua, donde tiene enclavadas sus raíces, su origen y su historia. Iruñea es ejemplo claro de esta denominación por su crecimiento limitado dentro de un recinto amurallado hasta la segunda década del siglo XX. El Casco Viejo de la ciudad se puede asimilar bastante a la vida en un pequeño pueblo donde todo el vecindario se conoce y de una u otra manera se ayuda y colabora para una convivencia más solidaria, cómoda y cercana. Lo Viejo es único. Primitivo en su callejero vascón, elegante en el Burgo de San Cernin, y abriéndose al abriéndose a extramuros en la Población de San Nicolás.

Destaca por las iglesias fortalezas, edificios palaciegos, fuentes clásicas, adoquines y empedrados que lo conforman y sobresale sobre todo por la gente que apuesta por mantener vivo, unido, con personalidad y carácter ese barrio que a toda la ciudadanía en algún momento nos ha servido como salón de casa, para corrernos una farra, dar un paseo, ver un partido de pelota, disfrutar con la familia, apoyar una manifestación, leer un libro, conocer una persona especial o todos los etcéteras aportables puesto que todo es posible allí.

De la misma manera, esta misma gente ha tenido que convivir y sobrellevar de manera cíclica, problemáticas que han amenazado con necrosar dicho carisma entre el vecindario, ya fuesen políticas, policiales, sociales o de drogadicción.

La semana pasada la línea fue traspasada con la paliza recibida por un hostelero de una de las calles más emblema del barrio como es Jarauta. Resuenan los ecos del apuñalamiento mortal de octubre de 2001 en el bar Aldapa de Nabarreria. Se reavivan las imágenes de la zona del Caballo Blanco, intransitable por jeringuillas en los no tan lejanos años ochenta. Justo Arriola, en su libro “A los pies del caballo” recuerda toda la problemática causada a raíz de la introducción, proliferación y permisividad por parte de las fuerzas policiales y autoridades al facilitar el sometimiento de la juventud a todo tipo de drogas, con la heroína como adicción estrella (por su enganche y destrucción) en años de política muy intensa en nuestras calles y pueblos.

Sería absurdo pensar que hoy día la droga ha desaparecido. Las adicciones van a más y de su mano, todas las consecuencias que nos acarrean como sociedad y debemos afrontar.

Gracias al barrio por echarse una vez más a la calle para apoyar a la víctima y protestar rotundamente tras los sucesos del sábado.

Eutsi goiari Bixente!

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