Felix Soto
Exconcejal del ayuntamiento de Donostia

Qué limpia está Donostia

Escuchar a algunos de los políticos radicales del negocio fácil (PNV-PSOE-PP) pretendiendo seguir desempeñando cargos públicos, ya salpicados por la falta de ética para la correcta administración de los presupuestos y el patrimonio públicos, me soliviantan en exceso porque originan, ante la opinión pública, un descrédito generalizado de la representación política.

Y me he propuesto hacer un esfuerzo, curándome en salud, para calmar mi indignación, contrarrestando tanto disparate interesado vertido por los responsables de que a Donostia se le conozca como la Marbella del Cantábrico por: los pelotazos urbanísticos, recalificaciones de terrenos, venta de todos los derechos edificatorios municipales, presupuestos ilegales y acuerdos antisociales, con la única finalidad de alterar el precio de la vivienda en connivencia con los intereses de conocidos elementos del negocio: (Ucin y Gibert en Venta Berri) (Altuna y Uría en Bidebieta); anulación de Planes aprobados con gran porcentaje de vivienda de VPO (Munto 50%) (Venta Berri 100%); venta de derechos edificatorios (Ondarreta, Pio Baroja) para evitar la mixtura social; presupuestos anuales aprobados sin la consignación obligatoria del 5% destinado a viviendas (con sentencias condenatorias por este incumplimiento); recalificaciones de terrenos (Bidebieta, Ilumbe); acuerdos antisociales (Plan General de Ordenación Urbana de 1992).

Adjudicaciones a dedo, sin concurso, como la limpieza durante nueve años, mientras la prensa donostiarra en campaña permanente desde hace cuatro años, sólo se entera de la falta de un baldosín en la acera o, según ellos la suciedad existente, entiéndaseles bien, no en la adjudicación a dedo durante nueve años de la limpieza o de la sentencia condenatoria por concesiones a dedo en Ilumbe o el pago de trabajos no realizados en la urbanización de la calle San Francisco y que posteriormente tuvo que realizarlo el Ayuntamiento por sentencia judicial, pero con dinero público, o las que he enumerado anteriormente, todas ellas hazañas del triunvirato  incapaces de ser detectadas por el daltonismo que sufren los medios de comunicación donostiarras.

Superada la imposición de la incineradora en Donostia, como antes lo había sido en Jaizubia, Urnieta y Landarbaso, por parte de la ciudadanía de sus inmediaciones, incluida Zubieta-Donostia, por las afecciones medioambientales y cancerígenas, de la que fueron paladines destacados contra su instalación, tanto Odón Elorza como Denis Itxaso, los cuales se vieron obligados posteriormente a retractarse a exigencias de sus superiores. Y es aquí donde sí quiero hacer mención, una vez más, a el prurito de honradez de la izquierda abertzale que, ya en su día, con ocasión del intento de ubicación de una incineradora en la Sakana, ante nuestra negativa, se nos ofrecía dinero y los puestos de trabajo para nuestros militantes o simpatizantes previo cursillo. No se entiende que en el año 2015 haya partido alguno que pretenda colocar en Euskal Herria una técnica que hace tiempo ya se rechazaba no sólo aquí, al menos por nuestra parte, sino en Europa, a niveles tan inquietantes para la salud.

Ahora ya no se producen operaciones como las anteriormente señaladas, ni desapariciones tan emblemáticas como el Mercado de San Martín y de la Bretxa, destinados a ser sedes de vulgares superficies comerciales, y ahora, en la oposición, meten ruido porque se resuelven problemas creados anteriormente (edificio Pescadería, inundaciones vega Urumea. colocación escultura de Basterretxea y dignificación de la zona en Sagües).

Ahora, en campaña, nos vuelven a hablar de participación y transparencias y honradez a raudales. Nos venden humo con pasarelas que no pueden construirse porque tiene todos los informes negativos de técnicos municipales, Aranzadi, Gobierno Vasco del PNV, posicionamiento anterior contrario y por impedirlo las directrices de la Unión Europea. Se atreven a amenazar con la construcción de un hotel de lujo a veinte metros del muro de costa hipotecando media explanada de espacio público en Sagües. En fin, quieren volver a las andadas, con proyectos ya ensayados por la administración franquista en los años 1950-1972.

No es extraño pues, y sí comprensible, la actitud que los radicales del negocio fácil y de las puertas giratorias en materia de donaciones, y falta de ética institucional, han proyectado desde que el nuevo gobierno municipal rompió los moldes con la apreciación de las verdaderas necesidades de los donostiarras, relegando a un segundo plano veinte años de imposiciones e irregularidades ratificadas por los tribunales.

Contra el Gobierno de Bildu vale todo, mentira y tergiversación amplificadas por los medios afines a la picaresca y el negocio fácil. Treinta y seis años avalan la honradez del trabajo institucional de la izquierda abertzale, algo que tanto PNV-PSOE-PP no pueden presumir por todo lo que sobre el particular viene aflorándose.

Que le tienten a uno, inevitable, pero caer en la tentación no es inevitable. Donostia el próximo domingo debe dar la talla de contar con un buen puñado de votos que ratifiquen el nuevo enfoque de gestión municipal realizado y rechacen asimismo las puertas giratorias en materia de donaciones. No es casualidad que el actual Gobierno Municipal haya sido distinguido como el más trasparente del Estado.

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