Arritxu Iribar, Edu Lorza, Andoni Basabe, Jabi Estebanez, Eider Jauregi eta Jon Otegi
Delegados y delegadas de LAB en EITB

Radio Euskadi, Ortuzar y lo «público»

Mucho se ha dicho y escrito sobre el acuerdo que la mayoría del Consejo de Administración de EITB adoptó el 29 de abril (con el único voto en contra del Partido Popular). Creemos que es necesario poner encima de la mesa una serie de debates que se están omitiendo y que tienen una repercusión directa sobre el modelo de lo «público» que queremos construir en Euskal Herria.

En primer lugar, queremos subrayar el origen de la situación que nos afecta. En los tiempos en que el hoy presidente del PNV, Andoni Ortuzar, dirigía EITB, esa dirección tenía en bolsa de trabajo a una serie de trabajadores que habían acreditado sus méritos de manera pública a través de exámenes en una OPE, pero contrató, no se sabe en base a qué criterios, a otros profesionales. Esa situación se alargó durante años hasta que Inspección de la Seguridad Social constató una doble irregularidad: fiscal, ya que durante cuatro años EITB dejó de pagar a la Seguridad Social más de cuatro millones de euros por esos contratos, y laboral, ya que se habían prolongado durante más del tiempo permitido. Y dictaminó que esos trabajadores autónomos que no habían superado ningún tipo de prueba objetiva pasaran a tener un contrato indefinido no-fijo en la administración pública. Una gestión made in PNV.

Esto se ha alargado durante años, creando una situación de agravio tanto con respecto a las y los trabajadores en bolsa, a quienes no se ha llamado durante años, como con respecto a las y los fijos que tuvieron que pasar una OPE. Agravio también con respecto al resto de ámbitos del ente, donde en tiempos de crisis, al haberse recortado el presupuesto general, no se han podido realizar las contrataciones necesarias, ya que gran parte del presupuesto dirigido a la plantilla se tenía que destinar al pago de los contratados irregularmente.

Para LAB, los recortes que el Ejecutivo del PNV ha realizado en los últimos años son inaceptables. Pero lo es igualmente hacer como que nada ha pasado y seguir dando cobertura a una situación irregular que ha generado grandes desequilibrios en lo que a contratación se refiere. Además, hay que subrayar que con el citado acuerdo el presupuesto dirigido a contratación no disminuye, con lo que el ente va tener que seguir contratando al mismo número de trabajadores. Pero a partir de ahora a 49 de manera fija y de forma más equilibrada entre departamentos y funciones.

El acuerdo y las opiniones creadas al respecto, más allá de posiciones demagógicas y parciales, han puesto sobre la mesa una serie de debates de gran trasfondo a la hora de entender lo «público» y el acceso al empleo público. Señalemos los siguientes:

Quién contrata: LAB ha denunciado una y mil veces la utilización partidista principalmente del PNV de un ente público como EITB. Hay que limitar los criterios «digitales» (a dedo) en la contratación para que prime la transparencia. En lo que respecta a la situación de Eusko Irratia, ¿por qué la dirección de Ortuzar priorizó este modelo de contratación? ¿Simplemente por la supuesta mayor profesionalidad de los contratados y contratadas, que no se ha podido demostrar de manera objetiva? ¿Por razones económicas a la hora de hacer las contrataciones pero fraudulentas ante su pago a la Seguridad Social? ¿O por razones políticas a la hora de definir la línea editorial de la radio?

A quién se contrata: en tanto la radio pública ofrece un servicio público, los criterios de contratación se deben regir por los principios de publicidad y transparencia. Salvando las distancias entre profesiones, ¿a alguien se le ocurre pensar que un médico en Osakidetza pueda ejercitar de manera fija porque el gerente de turno le contrata «a dedo», sin haber acreditado ningún mérito?

Cuánto se contrata: los recortes en el ente tienen el origen en unos presupuestos con enormes gastos dedicados a apartados de escaso beneficio social (TAV...). Dar la vuelta a esta situación y dedicar una partida presupuestaria que garantice una plantilla adecuada es indispensable para ofrecer un servicio de calidad.
A nuestro entender, la pertenencia concreta de unos determinados puesto de trabajo no es lo mismo que defender el empleo público y de calidad. Estas dos ideas se mezclan de manera interesada. La falta de transparencia y de igualdad de oportunidades, a través de contrataciones sin unos criterios objetivos, es uno de los principales responsables de la destrucción de lo «público». Muchas veces el clientelismo o diferentes tipos de corruptelas en la administración tienen como base este acceso oscurantista.

Desgraciadamente, este modelo de contratación ha sido marca de la casa del PNV durante mucho tiempo y nos parece triste que desde algunos sindicatos a veces se haya dado cobertura al mismo en pos de una supuesta defensa de unos puestos de trabajo determinados. Son dos partes de un mismo modelo que han ido de la mano, pero que en tiempos de crisis parece que empieza a hacer aguas.

En LAB entendemos lo «público» como un patrimonio común que tiene que estar no solo al servicio de todas y todos, sino con participación y control de todos y todas. El empleo público y de calidad es hoy más necesario que nunca. Hablamos de puestos de trabajo, la base de una oferta universal de servicios públicos. Y hablamos de la necesidad de transparencia y calidad, tanto en el acceso al puesto como en desarrollo del servicio, hoy que la interinidad campa a sus anchas. Este es el modelo que defiende LAB. También en Eusko Irratia.

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