Mikel Casado Arroyo
Interkonexio Elektrikorik Ez, Gatikako elkartea

Red Eléctrica mantiene la verdad a oscuras

No nos creemos que sea fundamental para la industria vasca, sino más bien para REE, empresa española que cotiza en bolsa y que aumenta su beneficio proporcionalmente al aumento de las conexiones y transporte, en forma de peaje. Con la interconexión se incrementará su beneficio, pues subirá el precio de la luz.

Parte de la opinión pública vasca conoce ya el proyecto Inelfe de interconexión Francia-España mediante un cable eléctrico submarino desde Burdeos a la subestación de Gatika, para distribución de alta tensión hacia territorio nacional. El pasado 10 de febrero, en una entrevista en “Deia”, Antonio González Urquijo, delegado regional de Red Eléctrica en Euskadi, declaró: «El cable eléctrico con Francia es fundamental para la industria vasca».

En la asociación Interkonexio Elektrikorik Ez, de Gatika, opositora al proyecto, creemos que merece la pena estudiar estas declaraciones con atención, pues provocan dudas y preguntas que deberían ser contestadas por REE para arrojar luz en cuanto a sus últimos objetivos. Veamos.

Se nos dice que el proyecto es de utilidad pública, lo cual va a suponer la subvención europea de 578 millones de euros. Hasta las mencionadas declaraciones, REE había anunciado muchas aspectos positivos del proyecto para el bien común, principalmente seguridad de suministro y abaratamiento de la energía, como si la falta de suministro fuera frecuente y nos tuviera a los usuarios sumidos en el caos, sin luz, y como si la carestía de la energía eléctrica en este país fuera resultado de una inevitable maldición de los dioses y no tuviera nada que ver con REE, con las prácticas oscuras y codiciosas del mercado eléctrico español. Vamos, razones que no justifican un regalo de tanto dinero público para un aumento no necesario del suministro y para un abaratamiento que se puede conseguir reduciendo la codicia. Pero el caso es que REE no había dicho antes tan explícitamente que la interconexión fuera «fundamental para la industria vasca». En realidad, no nos creemos que sea fundamental para la industria vasca, sino más bien para REE, empresa española que cotiza en bolsa y que aumenta su beneficio proporcionalmente al aumento de las conexiones y transporte, en forma de peaje. Con la interconexión se incrementará su beneficio, pues subirá el precio de la luz. Pero, aunque fuera fundamental para la industria vasca, esta nueva bondad que se esgrime ahora nos llama la atención y nos provoca ciertas preguntas.

La primera es si el objetivo del proyecto es en realidad el bien común o el bien particular (industria vasca y/o REE). En las presentaciones que nos ofrecieron nunca mencionaron este objetivo. Tal ocultamiento nos parece sospechoso. La propia REE, en sus estimaciones de impactos significativos, confiesa posibles afecciones al suelo, atmósfera, hidrología, vegetación, fauna, socioeconomía, patrimonio cultural, paisaje, geomorfología marina, actividad pesquera y áreas protegidas o de especial interés en el ámbito marino. Es decir, la subvención pública y las afecciones a personas y naturaleza serán el precio a pagar en beneficio de la industria vasca y/o REE. Claro, REE, industria vasca y defensores de proyectos faraónicos dirán que si se beneficia a la industria vasca, el beneficio será público, porque se beneficiará la población en forma de puestos de trabajo y los impuestos que a Hacienda pague esa industria. El caso es que esta asociación opositora de Gatika no lo tiene tan claro por varias razones. Una es que lo de la reversión en forma de impuestos no está garantizado por la mala costumbre que hay de evitar pagarlos. Otra es que hablar de creación de puestos de trabajo, hoy día precarios, es el mezquino chantaje utilizado en épocas de desempleo masivo para debilitar resistencias contra megaproyectos especulativos. Otra razón, por último, es que no creemos que merece la pena pagar dinero público, aunque sea europeo, que es también del contribuyente vasco, para devolverlo, o no, en forma de sueldos precarios o de nada. Para ese viaje no hacen faltan las alforjas de destrozar el fondo marino y los municipios afectados por una conversora de corriente continua en alterna, por un cable submarino, y por líneas de muy alta tensión extendidas por el territorio.

El Sr. González Urquijo, en la misma mencionada entrevista, refiriéndose a la oposición surgida en Gatika, dice: «tenemos que cumplir un mandato del nuevo sistema eléctrico que ellos mismos (Gatika) necesitan para su día a día. Todos tenemos que colaborar para favorecer el desarrollo». En esta última declaración percibimos dos detalles oscuros, engañosos y ofensivos: 1) no existe tal mandato de la UE, sino que es sólo una recomendación; 2) el cambio de argumentación en cuanto a los objetivos: en un momento de la entrevista dice que el objetivo es la industria vasca, en otro las necesidades de suministro diario de la ciudadanía. Es decir, se pasa de un argumento a otro según interese. Ya hemos argumentado que la necesidad de otra interconexión es falsa, que hay suministro suficiente, interconexión suficiente y que nunca ha fallado. En una palabra: el proyecto es innecesario. Por lo tanto, debe de haber otros intereses, como el de tener todo el suministro en manos de un oligopolio centralizado y los mencionados beneficios monetarios particulares. Y, además, sus declaraciones resultan ofensivas porque entendemos que quieren decir dos cosas: 1) que ni la ciudadanía de Gatika ni la de los municipios afectados sabemos qué necesitamos, y que REE es quien, sabiéndolo, vela por nuestra buena vida; 2) peor aún, que somos egoístas, y que se nos pide solidaridad y sacrificio por la industria vasca (que, como hemos argumentado, incluye también a la española REE, y que no son tanto un bien común como un bien particular). Es puro cinismo que quien nos hace la crítica sea quien representa una empresa cotizada en bolsa cuyo objetivo prioritario es el beneficio de sus accionistas. Además, Gatika no muestra insolidaridad por no querer alta tensión y conversora en su municipio, no es cuestión de «no en mi jardín», pues no lo quiere en ningún otro, por ser característico de un modelo viejuno, antiecológico, centralizado, caro y especulativo. Lo que quiere Gatika, para sí y para otros municipios, es otro modelo energético más cercano, ecológico, autogestionado, descentralizado y más barato. Una vez más, pedimos a REE que no confundan intereses con derechos. La industria vasca y REE tendrán intereses: el beneficio económico, pero las personas tenemos derechos: a un medioambiente limpio, a la salud y a la racional gestión de sus impuestos.

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