Haz una simple prueba, introduce en cualquier buscador de internet la palabra «apuesta». Bien; ¿te asusta la cantidad de resultados que arroja esa búsqueda, la infinidad de casas de apuestas que encontramos, la mayoría altamente publicitadas con un target claramente joven? ¿Te aterra comprobar qué fácil es entrar en ese pozo, y lo complicado que resulta salir? A mí, a mi grupo, sí.

Por eso, nada más comenzar la actividad institucional, allá por septiembre de 2019, presentamos y registramos una iniciativa para regular, en la medida de nuestras posibilidades y competencias, la presencia de este tipo de establecimientos en nuestras calles. Esta iniciativa nacía de la preocupación y la alarma social existente al respecto, pero también por tratarse una prioridad absoluta para nuestro grupo. De hecho, EH Bildu ya había impulsado cambios reglamentarios similares en Zizur, por ejemplo.

Como quiera que han trascendido en los últimos días diferentes noticias que aportan novedades a este tema en nuestra ciudad, hemos creído conveniente hacer un análisis, siquiera somero, de la situación que se crea y lo que nos espera en este ámbito en próximas fechas.

La iniciativa que presentamos hace unos meses consistía en una propuesta de ordenanza reguladora de distancias, que incluyera prohibición de publicidad, prohibición de subvenciones desde el Ayuntamiento, formación específica etc., y en una solicitud de suspensión de licencias para este tipo de locales. Cuando hubo que debatirlo, se acordó con el resto de los grupos desgajar la regulación de las distancias y tramitarla en primera instancia, mientras se acordaba la suspensión de licencias para este tipo de establecimientos durante un año, a la par que esperamos que desde el Parlamento de Navarra (inmerso en una ponencia al respecto) se proceda a modificar las leyes que corresponden. Desde ese ámbito se debiera acotar, entre otras muchas cosas, la forma de controlar el acceso a menores, o el horario tan laxo del que gozan estos locales (9 a 3,30 horas). Busquen otro tipo de establecimientos con tamañas facilidades horarias. No lo encontrarán.

En el Pleno del pasado jueves 5 de febrero, cumplido ya el año de la suspensión y sin que el Gobierno de Navarra haya presentado todavía un texto con la esperada nueva regulación, lo que hemos acordado en Iruñea es la limitación de la implantación de estas casas de apuestas, casinos y bingos a cuatrocientos metros de centros educativos o deportivos, entre otros. Tampoco se podrán abrir nuevos establecimientos similares a menos de cuatrocientos metros de los ya existentes. En unos dos meses esta regulación de las distancias se aprobará definitivamente porque existe unanimidad entre los grupos. Al mismo tiempo, se prorroga durante un año más la suspensión del otorgamiento de este tipo de licencias. Creemos que son excelentes noticias.

Paralelamente se sigue tramitando el resto de la propuesta inicial de ordenanza que presentó EH Bildu, que previsiblemente llegará al Pleno Municipal en breve. Aquella propuesta incluiría varios elementos importantes como regular la prohibición publicitaria de este tipo de establecimientos y la eliminación de su cartelería en espacios públicos. También proponíamos que el Ayuntamiento no subvencione eventos patrocinados por casas de apuestas y que se modificara una Norma fiscal para llegar hasta el 15% en las cargas fiscales municipales aplicables a este tipo de establecimientos. Por último, pedíamos intensificar las actividades informativas en los centros escolares sobre el uso que hacen los jóvenes de los juegos online y de apuestas, así como reforzar la formación de la Policía Municipal sobre infracciones relacionadas con este tipo de negocios, haciendo especial hincapié en el acceso de menores de edad.

Esa es la situación actual en lo que a Iruñea se refiere. Nos comprometemos a desarrollar íntegramente todas las modificaciones que limiten al máximo posible esa lacra que tanto daño hace, especialmente entre nuestra juventud. ¿Es esto todo lo que hay que hacer en este ámbito? Evidentemente no, pero sí es casi todo lo que podemos hacer como Administración local, desafortunadamente. Al mismo tiempo, seguiremos presionando, también desde el Grupo Parlamentario, para que se presente a la mayor brevedad una regulación Foral Propia.

No podemos obviar que, en este tema, una vez más la sociedad, las distintas organizaciones y sus movimientos populares son quienes nos han indicado el camino a seguir. Por eso, no podemos sino aplaudir la inconmensurable labor que realizan asociaciones como Aralar o Proyecto Hombre y las diferentes plataformas contra las casas de apuestas surgidas en Iruñerria. Ese trabajo tiene una función añadida de la que, tal vez, ni siquiera esas plataformas son conscientes, y es la pedagógica. La juventud ha tenido como referentes positivos para iniciarse en el juego a famosos deportistas o presentadores televisivos, y nadie parecía ponerle el contrapunto. La movilización vecinal surgida en las calles da otro mensaje alto y claro a esa juventud: «Deja de apostar». Ese mensaje directo puede llegar a ser mucho más efectivo que iniciativas institucionales. Felicidades, pues, por esa labor.

Los datos de víctimas de esta «otra pandemia» son más que preocupantes. Por dar solamente alguno, en Nafarroa se jugaron el año pasado 92,5 millones de euros en apuestas deportivas. De ellos, 61 millones de manera presencial en salas de apuestas, salones de juego o locales de hostelería. Son simples números, pero detrás de cada uno hay vecinos y vecinas de Iruñea, y muchos dramas personales y familiares.

Para nosotras este asunto es prioritario y urgente. Ojalá para el resto del arco político también, aunque sea porque la sociedad, una vez más, le arrastre a ello.