Jorge Garay Zabala

Relación de las víctimas del conflicto en torno a Lemoniz

En GARA, en la sección Artefaktua del 29 de enero se hace una relación de las víctimas a causa del conflicto nuclear, pero faltan algunas; la relación completa es la siguiente:

Luchando contra la central nuclear:

José David Álvarez Peña, y no Daniel, ni donostiarra y residente en Pasaia, como dice por error GARA, sino nacido en Bilbao y residente en Plentzia, fallecido en el hospital de Basurto el 14-I-1978, a causa de las heridas sufridas en enfrentamiento con la Guardia Civil en la central nuclear en Lemoniz el 18-XII-1977.

Gladys del Estal Ferreño, militante antinuclear, nacida en Caracas y residente en Donostia, muerta el 3-VI-1979 en Tudela, a causa de un disparo en la nuca realizado por el guardia civil José Martínez Sala, en la manifestación de La Jornada Internacional Contra la Energía Nuclear.

José Ricardo Barros Ferreira, gallego, residente en Pasaia, el 29-I-1891, en Tudela, a causa de la explosión de los explosivos que portaba cuando iba a colocarlos en un transformador de Fensa (Fuerzas Eléctricas de Navarra), filial de Iberduero.

Juan José Valencia Lerga, de Iruña y Xabier Aleman Astiz, de Etxaleku, muertos ambos en Tafalla el 13-V-1982, al explotarles el explosivo que portaban para colocarlos en una instalación de Fensa. Ese mismo día se paralizaron las obras de la central nuclear en Lemoniz.

Con las obras de la central paralizadas murieron otros dos jóvenes que ETA los reivindicó como militantes antinucleares, el 26-I-1983, Ángel María Fernández Ruiz, en Gasteiz, al explotarle el explosivo que portaba, y resultó gravemente herido Alejandro Lakuntza. Y Antxon Tolosa González el 13-VII-1983, al explotarle el artefacto que manipulaba, en Donostia.

Trabajando a favor de la central nuclear:

Alberto Negro Viguera y Andrés Guerra Pereda, ajustadores, muertos ambos al explotar la bomba que ETA puso en un generador de vapor del reactor 1 de la central nuclear, el 17-III-1978. Hubo además varios heridos.

Ángel Baños Espada, montador, el 13-VI-1979, a causa de la onda expansiva de la explosión en el edificio de turbogeneradores de la central nuclear.

José María Ryan Estrada, ingeniero jefe de la central nuclear, secuestrado el 29-I-1981, apareció su cadáver en Zaratamo el 6-I-1981. ETA había fijado un plazo de una semana para que la central empezase a ser demolida, a cambio de su vida.

Ángel Pascual Múgica, ingeniero jefe de la central, sucesor de Ryan, en Begoña, el 5-V-1982, en atentado de ETA.

Por otra parte, el niño de 10 años, José Alberto Muñagorri Berdasco, el 26-VI-1982, en Renteria, dio una patada a una mochila que contenía explosivo goma-2, que estaba en la calle, junto a un local de Iberduero, explotó, y le causó la amputación de la pierna izquierda y la pérdida de visión de un ojo.

Las obras de la central nuclear en Lemoniz tuvieron un elevado coste social y paisajístico. Alteraron el bucólico paisaje y la apacible vida de los vecinos, con tráfico de todo tipo de vehículos, particularmente camiones de gran tonelaje. Este intenso tráfico asimismo se cobró una víctima mortal. El 26-VI-1975, la niña María del Carmen García, de siete años, fue atropellada en el barrio de Urizar de Lemoniz por el automóvil de un ingeniero de Iberduero que se dirigía a la central nuclear, realizó la fatal maniobra de adelantar a un camión en el tramo en que estaba prohibido, justamente delante de la casa de la niña, arrollándola. Fue trasladada al hospital de Cruces aún con vida, pero murió al poco de ingresar.

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