Es de agradecer que por fin el autodenominado partido vasco de los adoradores de dios y la vieja ley, eusko alderdi jeltzalea, haya dejado las bolsas de basura a un lado y se haya animado a hablar de política, por boca y pluma de Maria Eugenia Arrizabalaga.

En parte, suponemos, que porque nadie cree ya que el tema del puerta a puerta no sea otra cosa más que política, toda vez que los argumentos más pesados, en todo el sentido de la palabra, que Arrizabalaga y otros han empleado son: antiestético e incómodo. De todos es sabido, además, que las incineradoras las diseña Moneo. En fin.

Como muy bien Arrizabalaga deja patente en su artículo, la estrategia peneuvística recoge lo mejor del peneuverismo: la izquierda abertzale no sabe.

Bien, yo entiendo que debe ser duro despertar un sábado pensando que se es alcaldesa de Zumaia e irse al vermú sin la alcaldía. Comprendo por lo tanto que entienda usted por lo que está pasando su, nunca mejor dicho, correligionario Olano.

Hasta ahí lo entendible. Ahora bien, cuando se han pasado varias semanas llamando al diputado de ordenación territorial y medio ambiente “traidor” “dictador” etc y cuando en el mismo artículo se cosen unos tras otros adjetivos descalificativos sobre una formación política y sus representantes, ya no sé si tomarme a broma o en serio a estas y estos políticos profesionales. En realidad, están tan poco acostumbrados a cumplir lo que prometen, que no extraña no comprendan lo que está haciendo Bildu: cumplir lo prometido. Como ejemplo contrario, le recordaré la entrevista con Olano, colgada en la web de su partido, en la que se mostraba partidario de parar la incineradora si existía la oposición de los ayuntamientos.

¿Cuánto vale la palabra de todos y todas ustedes?

Yo tengo un par de propuestas para que el PNV demuestre lo que vale:

Una, que Maria Eugenia ofrezca Zumaia, de donde es vecina, para instalar este equipamiento. Dos, que se lleve también el superpuerto a Zumaia, toda vez que con el actual tamaño les entra entre flysh y flysh.

De hecho, tengo también una lista que demuestra lo mucho y bien que gobierna su partido. Y, todo ello, sin mencionar Lemoiz y el resto de centrales nucleares que se estarían ahora agrietando, ni la autovÍa:

• Ya he mencionado el superpuerto de Pasaia: ni sombra de lo que ha defendido el PNV y sin fecha de inicio

• Sin salir de Pasaia, la doble variante de Antxo: en lugar de una carretera con dos salidas, dos carreteras dobles y paralelas para ir la mismo sitio. ¿de cuanto fue el sobrecosto?

• Garbera – Illunbe: ¿qué decía el PNV sobre este fraude?

• El Museo Balenciaga

• El desfalco del Guggenheim

• El ajuste de cuentas dentro del PNV que dejó sin cargo de diputado al Sr Jauregi. O el más reciente del Araba Buru Batzar

• La negativa a votar la ubicación de autobuses de Gasteiz

• Las cuentas de Bidegi

• El extraño caso de la diputación alavesa y sus casos de corrupción

No sigo, ¿verdad? Ah, sí, un chiste localista: la portavoz de este partido en Pasaia exige ceder un edificio emblemático a una conocida sociedad de ciencias... edificio que la anterior Diputación dejó fuera de ordenación!

Con todo esto lo que quiero decir es que poner al PNV como ejemplo de gestión es un chiste y afirmar que la izquierda abertzale no sabe hacer nada una falacia. Para tener su nivel de ustedes, Maria Eugenia, no hace falta nada. Lo único, mucha arrogancia, pero nada más.

A los que hemos padecido ocurrencias como las de Ibarretxe y su «vamos a darle la vuelta a Pasaia como si fuera un calcetín», el modelo PNV, su capacidad de gestión y todo el resto de sus sermones nos parecen monsergas. O eso, o bien ustedes mudan de calcetín muy de vez en cuando.

A todos nosotros sus discursos nos parecen simple y llanamente mentiras. No nos creemos nada de lo que cuentan. Lo mismo que no nos creemos nada de lo que ustedes han contado sobre las basuras. Que ya nos conocemos.