Enrike Miranda García
Arquitecto urbanista

Salesianos, oportunidad urbanística. ¿Perdida?

Al marchar Salesianos tenemos la oportunidad de oro para dotar al II Ensanche y a la ciudad de un nuevo lugar emblemático. Una plaza, un lugar de encuentro, de actividad, referencial en el barrio. ¿Y qué nos da la Operación Salesianos? Un popurri de torres sin sentido, de espacios libres deslavazados, con rincones horrorosos, bajeras entre torres con una imagen urbana sucia, sin sentido de espacio público ni personalidad.

Parece que lo más importante de la Operación Salesianos, es que dichos frailes podrán contar con un «Centro de FP a medida de las necesidades de la Comarca», según dijo en Gerencia de Urbanismo el representante de UPN. Es triste que UPN, con dos arquitectos como concejales, considere que lo más importante de una actuación urbanística única e irrepetible en el II Ensanche, es que Salesianos pueda hacer un nuevo centro de FP. Eso se podía haber conseguido seguramente por otros medios, préstamos, subvenciones, donaciones, cuestaciones, etc. No parece necesario hipotecar el futuro de una ciudad para conseguir un centro de FP. ¿Cómo lo construyeron hace 100 años? ¿También dieron un pelotazo urbanístico?

Suele decirse en los círculos urbanísticos que las grandes oportunidades de intervenir en la ciudad edificada son contados y se deben aprovechar. Porque son actuaciones que marcan el devenir urbano del futuro. Desde el punto de vista urbanístico las ciudades y sus buenos gobernantes pasan a la historia por haber sabido aprovechar esas oportunidades. El recuerdo que queda de las Olimpiadas en Barcelona es que «se aprovecharon para remodelar la ciudad y abrirla al mar».

Pamplona no ha tenido olimpiadas pero ha tenido pequeñas y medianas oportunidades que se han aprovechado para mejorar la ciudad. Cuando se derribaron las murallas se hubieran podido hacer pelotazos urbanísticos y de hecho se edificó bastante, pero ahora recordamos como algo positivo que entonces se abrieron Carlos III y Sarasate. Incluso la ciudad hizo un esfuerzo y trasladó la fachada del teatro Gayarre, seguramente haciendo una inversión importante, por algo que era referencial en el paisaje urbano.

Cuando se tiraron los cuarteles, la ciudad ganó la plaza del Baluarte. Surgió un espacio referencial en la Ciudad. Se aprovechó la salida de Imenasa para hacer un parque en su solar y aprovechando la oportunidad se remodeló el diseño y los derechos edificables del solar contiguo, para hacer la plaza Yamaguchi en lugar de una torre en forma de J. Se cambió una torre enorme y fea por una plaza que ahora es referente en toda la ciudad. Se remodeló el diseño de Azpilagaña, ya reparcelado, para dejar una plaza. Aunque esta vez los vecinos tuvieron que manifestarse y convencer a Balduz. Las cosas se cambiaron y ahí esta. Se aprovechó la desaparición de la gasolinera de la avenida Zaragoza, se cambió el diseño previsto en el plan de la zona y se pudo hacer una plaza. La desaparición de la Serrería Hnos. Gil en la Txantrea se aprovechó para hacer la plaza Kaskallueta. Y otras oportunidades «no perdidas» han permitido mejorar la ciudad, haciendo encaje de bolillos en la mayoría de los casos.

Ahora ha surgido una oportunidad única e irrepetible en el II Ensanche: ¡se va Salesianos! Ahí es nada, una manzana de 158m de largo por 90 de ancho. La mayor manzana del Ensanche. Algo con lo que nadie había contado. ¿Cuantas plazas hay en el II Ensanche? Pues la plaza de la Libertad y la de la Cruz y… fin.

¡Qué bien! Al marchar Salesianos tenemos la oportunidad de oro para dotar al II Ensanche y a la ciudad de un nuevo lugar emblemático. Una plaza, un lugar de encuentro, de actividad, referencial en el barrio. ¿Y qué nos da la Operación Salesianos? Un popurri de torres sin sentido, de espacios libres deslavazados, con rincones horrorosos, bajeras entre torres con una imagen urbana sucia, sin sentido de espacio público ni personalidad.

Todo lo que importa al parecer es que las torres se vean menos… desde Burlada. Y haremos las fachadas iguales. Qué tontería! El Ensanche es un rico compendio de casas diferentes, en épocas y estilos. Esto es una señal de que saben que la cosa es un bodrio y hay que camuflarla. Intentar vender lo invendible.

¿Sabían ustedes que la Plaza Yamaguchi tiene 160 metros de largo por 85 de ancho, que es prácticamente la manzana de Salesianos? Podríamos hacer una plaza del tamaño de Yamaguchi, abierta el sur-oeste, en Salesianos, que sea referencial en el Ensanche. Sería el remate de la calle Teobaldos y hasta podríamos dejar la fachada de la Iglesia como referente histórico de lo que era Salesianos, igual que está la puerta de Carlos III en la Taconera.

Dicen algunos partidos políticos que la ciudad no puede perder los beneficios económicos que se derivan de esta Operación Salesianos. Yo creo que si son unos beneficios que salen a costa de empeorar la ciudad se debe renunciar a ellos, porque son «pan pa hoy», pero será el hambre urbanístico de mañana. ¿Queremos ciudad bien hecha o meternos al bolsillo unos beneficios que nunca debieron existir, como si fueran el pago a nuestra traición a la ciudad?

Recapaciten ilustres concejales, consejeros del Gobierno y Salesianos y hagan de la manzana de Salesianos un lugar de encuentro, lugar de reunión, vivible, referente positivo de la ciudad. Que la historia les recuerde como aquellas personas que hicieron una ciudad mejor y no por lo contrario.

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