Iulen Lizaso

Seguridad/libertad

Educación y salud son dos pilares de la conciencia individual para motivación del alma. Fiscalidad e igualdad, los dos soportes del cuerpo social que al asegurar justicia y orden hacen posible democratizar la vida comunitaria.

Cuando en "Diario Vasco" del domingo día 4 leía: «los negacionistas bloquearon la frontera de Irun»... una vez más faltaba a la verdad.

Bloquear es un acto voluntario que por ocupación indebida impide algo habitual como un paso de frontera. Se ocupó el paso con autorización previa, pues aún presentes, no intervinieron ni gendarmes ni Ertzaintza para «desbloquearla».

Desde que anunciaron la pandemia, los excesos y a la par déficit informativos se han exacerbado, prodigándose en la versión y datos oficiales, a la par que bloquean artículos de opinión de quienes somos escépticos de ambas cosas.

En la misma edición, una entrevista a la Coordinadora de Ehige Lurdes Imaz, representante de esa asociación de padres y madres, implícitamente asume sumar pluses de seguridad, a costa de restar libertades como pudiera ser vacunar con coerción:»La mayor parte del alumnado mayor de doce años estarán vacunados, lo que aportará tranquilidad a los centros y las familias».

Según ABC del 2 de septiembre, la variante Delta infecta igual a no vacunados y vacunados. Aún así, aquí la oficialidad asegura que la temible variante se va a fijar en los niños entre tres y doce años (sin vacunar) y adolescentes entre doce y dieciocho años, cuando sabe perfectamente que la cifra oficial de mortalidad en estos tramos es del 0,00018%, prácticamente cero; entonces... ¿para qué ese gasto?

Hoy la ciencia es el árbol de la vida de una nueva religión. Cirugía aparte, en la rama médica, intelectualmente corporativizada como ninguna otra, el éxito, más que por los medicamentos que mayoritariamente tratan solo síntomas, se debe al marketing y esponsorización de los laboratorios a favor de incentivar a profesionales que todo lo basan en el mantra teórico de la evidencia científica. Este aval elitista-exclusivista que otorgan quienes recetan medicamentos con patentes en detrimento de los genéricos, permite esos márgenes desorbitados.

Homologaciones y evidencias científicas de salida, que en muchos casos, al tiempo, les obligan a retirarlos del mercado principalmente por ocultar información de su contenido y de posibles efectos adversos, como el Vioxx que en 5 años, según la sentencia, provocó 29.000 muertos por infarto, con una multa de cuantía muy alejada de los beneficios obtenidos en ese tiempo. Hoy esto ha cambiado y la responsabilidad ha quedado brumosa, en particular por los graves y silenciados (en España) efectos adversos de la vacuna contra el covid-19, habiendo ya superado la suma de los que se dan desde 1.973, que al ser dispensada sin receta médica ni firma... les libera de toda responsabilidad.

Que diferente a los cada vez mas testimonios reales de enfermos que sin esos medicamentos, consiguieron restablecer su salud con ayuda e incluso desde la autocuración, y que despectivamente los médicos llaman efecto placebo... ¿y qué mas da, cuando de lo que se trata es de recobrar la salud al menor costo?
La inmensa mayoría de personas apasionadas con la verdad oficial, no saben del incremento exponencial de enfermedades crónicas que se da y requieren el consumo de medicamentos de por vida, en la misma medida que aumenta la factura farmacéutica a la Seguridad Social... un auténtico robo social.

Qué difícil encaje moral para aquellas personas justamente informadas. Aquí los medios de comunicación juegan su baza de censores y a su vez emisarios de unos gobernantes sin escrúpulos, para abducir a esa inmensa mayoría ignorantes del tema, con la idea de que por encima de su libertad de elección e información, debe prevalecer su seguridad. Este binomio y el mentira/miedo son los dos mantras goebbelianos, que les permite sostener la farsa covid-19 y de que, lo que se sale de la línea médica académica, es hechicería a extinguir.

A primeros de septiembre la prensa destacaba que los contagios bajan en Euskadi pero suben los ingresos en las UCI. La lógica médica asentada, dice que los contagios bajan porque el número de vacunados suben (¿o porque el número de PCR realizadas ha bajado?), pero, siendo que el 90% de los ingresos en UCI desde hace año y medio son por covid-19 ¿como es que suban habiendo cada vez mas personas inmunizadas por la vacuna? En Israel (87%), Reino Unido, Irlanda, EEUU y otros que ocurre igual, informan a los ciudadanos desde el civismo responsable, al hacer público el porcentaje de ingresados en UCI vacunados y no vacunados... en Euskadi ¿cuando lo sabremos Sr. Urkullu?

A medida que pasa el tiempo, el necesario análisis retrospectivo de las políticas gubernamentales y de los grandes medios de comunicación va desvelando hechos que difícilmente se corresponden con objetivos de protección de la salud de las poblaciones frente a la nueva pandemia.

Era el prólogo de un jugoso artículo de Ángeles Maestro, en el cual desgranaba o descarnaba de manera anticipada, lo que podía ser el futuro cadáver, culmen entre todas las pandemias conocidas desde hace mas de un siglo.

El denominador común en todas ellas es que, la inmensa mayoría de las personas que enfermaban y morían no era por ningún virus específico, tal y como aseguraron en 2008 los Institutos Nacionales de Salud (NIH), como el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EEUU: «La mayoría de las muertes durante la pandemia de influenza de 1918-1919 no fueron causadas por el virus de la influenza, la mayoría de las víctimas sucumbieron a la neumonía bacteriana... la neumonía se produjo cuando las bacterias que normalmente habitan en la nariz y la garganta invadieron los pulmones». En el informe aseguraban que la causa de ello estaba en el uso de la mascarilla.

El epitafio al final: Es esta fase del capitalismo, con el mayor grado de concentración de capital que ha conocido la historia, la que permite el mayor grado de control social y la que, precisamente no soporta niveles de libertad de expresión que, en su momento, fueron consustanciales a las revoluciones burguesas. Máxima capacidad de control y mínima elasticidad para soportar la contradicción, indicadores de la falsa libertad que preconizan y de la decadencia del sistema... que parece estar fagocitándose por exceso de poder.
El control social e imposición y coerción sanitaria lo ejercen para su seguridad, pero a costa de nuestra libertad, y en este perverso y no consensuado trasvase de derechos fundamentales, está el germen de todos los fascismos, tanto los históricamente conocidos, como el totalitarismo sanitario con el que pretenden que le otorguemos carta de naturalidad, por haberlo parido envuelto en una bandera humanitaria, falsa bandera sanitaria cuando se trata de interés político

El poder desmedido siempre ha subyugado a quienes lo padecían, invadidos por una emoción inversa al amor: el miedo. Así no podemos esperar a recobrar nuestra libertad, cuando su miedo termine... porque ambas morirían a la vez.

Si la quimera mercantil para el imperio farmacéutico, se debe a la implantación en las facultades de medicina de la teoría de Pasteur y los contagios por virus asesinos, se puede decir lo propio para el imperio de la ideología del materialismo capitalista por la teoría de Darwin que nos puede llevar hasta la eugenesia y la extinción de lo «impropio» para las elites, bien a través de la esterilización involuntaria con vacunas experimentadas en África o por la inyección voluntaria de medicamentos en experimentación... con falsa bandera.

La actual situación que estamos viviendo es antivida, como nunca lo fue antes en los 6 millones de años de existencia humana. Nada es por nada, y también esto que nos ha llegado es consecuencia de una causa, o mejor dicho, de la suma de tantas causas individuales como humanos poblamos el planeta.

Aunque las manifestaciones de protesta sumaran a toda la humanidad, sería el fruto para solo ese día y poco más. Entiendo que no hay una solución social global duradera, a la hora de resolver un gran problema con causa existencial suma de individualidades desidentificadas con su verdadera realidad de ser que nos mantiene sin evolucionar en el sueño de la caverna. Olvidada la memoria cósmica original que nos permitiría vivir en armonía, dormimos la vida desconectados de la esencia de ser divina... siendo fuente interna de salud.

Mi entrañable profesor de Humanidad José Luis Sampedro lo atribuía a que las personas no conocemos nuestra razón de vivir, ni somos conscientes de que ese estratégico déficit de libertad nos impide desarrollar conciencia individual sumiéndonos en un vacío existencial que nos lleva al consumismo superfluo: "El poder se asegura de que no tengamos libertad de pensamiento, para eso nos educa, para que pensemos lo que él quiere que pensemos. Lo consigue, desde la infancia y la escuela hasta la ancianidad y la televisión. Lo que hay que tener es libertad de pensamiento, porque si usted no tiene libertad de pensamiento, da igual que hable o diga lo que quiera».

Cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de llegar, anhelar renacer como nueva humanidad se hace obligado. Empoderar la mente para la autosuficiencia operativa y cooperativa, y crear nuevos paradigmas de riqueza convivencial, desde cero memoria reciente pasada, requiere volver al auzolan.

Educación y salud son dos pilares de la conciencia individual para motivación del alma. Fiscalidad e igualdad, los dos soportes del cuerpo social que al asegurar justicia y orden hacen posible democratizar la vida comunitaria.

Lo que el bueno de Miguel de Cervantes anunciaba: «Entre los pobres pueden durar las amistades, porque la igualdad de la fortuna sirve de eslabón a los corazones; pero entre los ricos y los pobres no puede haber amistad duradera».

Dos siglos después Maximilian Robespierre ejecutaba: «De todos los derechos, el primero es el de existir. Por tanto, la primera ley social es aquella que garantiza a todos los miembros de la sociedad los medios para existir. La bondad o maldad de un sistema político no se mide por el método de elección de los gobernantes, sino por las consecuencias que conlleva para la población. La justicia social y el sentido común siempre estarán por encima de cualquier norma. Lo que es justo se puede y debe hacer antes de que la ley llegue o aunque la ley no llegue nunca».

Observaciones que llevadas a reflexión y debate, nos ayudarían a resolver en horizontalidad, desde lo personal e interno, conciliando con lo colectivo, en lo social, familiar, educativo, sanitario, etc. Promocionar el arte de vivir, desde la adecuación de medios no hospitalarios para un buen morir y nacer en nuestra propia cama, rodeados de los nuestros en casa propia... es mínimo de libertad.

Anhelar ese grado de felicidad que en este plano no es alcanzable, requiere alcanzar la libertad aquí abajo. Sin justicia no hay libertad, y el rasgo que caracteriza a la justicia es la igualdad, por otra parte impracticable mientras no seamos capaces de darle la vuelta al calcetín y nos relacionemos por fuera desde la esencia divina que somos internamente... y la tontería para adentro.

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