Iñaki Barrutia Arregi
Psicólogo clínico

Síndrome de ansiedad colectiva o ecoansiedad

No es una enfermedad mental ni una nueva patología; es un sentimiento compartido de inquietud, preocupación y angustia

La ansiedad colectiva se define como aquella que siente un grupo de personas ante una situación estresante. Dicho grupo comparte emociones, pensamientos y sentimientos similares. En el ámbito de la psicología se estudia el nuevo síndrome de ansiedad colectiva. Este síndrome de ansiedad colectiva o ansiedad ambiental puede encontrarse en zonas urbanas y rurales, económicamente favorecidas o desfavorecidas. Se genera por la firme y profunda sensación de que el entorno natural, social y económico se está deteriorando rápida e inexorablemente. Las generaciones más jóvenes que se encuentra en las edades comprendidas entre los quince y los treinta años son las más afectadas; pero todos los estratos de la sociedad la padecen.

En la ansiedad ambiental son cuatro los elementos objeto de preocupación; el cambio climático, los flujos migratorios, las diferencias sociales y la depreciación de los valores democráticos. A todos nos preocupa la deriva climática que se pone de manifiesto a través de incendios forestales a gran escala y difícilmente controlables, las inundaciones devastadoras cada vez más frecuentes y en lugares nuevos que desconocían este tipo catastrófico de fenómenos atmosféricos. Hay una preocupación creciente por los interrogantes que plantea el flujo de migración de personas que buscan sobrevivir con un mínimo de dignidad y que se encuentra con fríos muros y agresivas alambradas mutiladoras. Otro aspecto de la vida que añade ansiedad a la comunidad es la brecha entre los que tienen una escandalosa riqueza y los que no poseen nada. A esto se añade el giro político de muchos países hacia sistemas totalitarios y la erosión de los valores y de los sistemas democráticos.

La perspectiva del cambio climático provoca un tipo de ansiedad envolvente pero no impacta en la opinión pública; se limita a una preocupación que se manifiesta en una ansiedad anticipatoria. Sobre el cambio climático se piensa en él y se olvida, cuando no se pone en tela de juicio. Si los medios de comunicación pusiesen el énfasis necesario en algo tan urgente como importante como es el cambio climático, esa eco-ansiedad flotante se transformaría en un miedo colectivo, racional, compartido, movilizador y transformador. Los medios de comunicación en general adoctrinan en la sumisión, generalizando la responsabilidad, sin apuntar causas y responsables, inoculando el nihilismo de que no se puede hacer nada y encubriendo el capitalismo responsable. El periodismo responsable y comprometido hace pedagogía eco social, y eso le da otra perspectiva al cambio climático.

La eco-ansiedad es una forma de ansiedad colectiva que se manifiesta de diferentes formas en función de cada persona, no es una enfermedad mental ni una nueva patología; es un sentimiento compartido de inquietud, preocupación y angustia. Los expertos advierten que la respuesta psicológica y emocional al cambio climático no se debe conceptualizar como una patología; hablamos de un tipo de angustia existencial, ya que los jóvenes tienen grandes dificultades para proyectar sus vidas en el futuro.

La respuesta a esta eco-ansiedad colectiva puede ser diversa pero básicamente se reduciría a dos tipos: una respuesta individualizada centrada en la sintomatología personal acudiendo al psicólogo; y otra respuesta de tipo colectivo, más centrada en compartir grupalmente la inquietud, y trascender a la propia sintomatología, una respuesta de psicología comunitaria para compartir el miedo sin sobredimensionarlo.

Hablamos de emociones y debemos cuidar que la emoción no coja los mandos de nuestras vidas, limitando nuestras vivencias. Tener miedo es lógico y esperable, pero este debe ser racional; dejarnos llevar por el pánico intensificará nuestro malestar psicológico y debemos evitar los pensamientos catastróficos que nos inmovilizan. El miedo es un sentimiento que aparece cuando percibimos una situación con riesgo real y ese sentimiento es lógico y normal. El miedo irracional nos paraliza, el miedo racional nos pone en alerta y nos protege. Así, si el miedo es racional y consciente, al compartirlo se transforma en una energía movilizadora y transformadora que neutraliza la sintomatología de ansiedad.

La respuesta a la eco-ansiedad colectiva más eficaz es la basada en la psicología comunitaria que supone compartir las inquietudes grupalmente y organizarse. Esto es, participar en plataformas transformadoras y planificar estrategias de cambio radical para construir un sistema económico socialista, organizar el decrecimiento impulsando modos de producción sostenibles, modificar y racionalizar las actuales formas teledirigidas de consumo y de confort, ensayar formas comunitarias de acumulación y reparto de bienes, descentralizar el poder hasta deshacer las jerarquías y crear comunidad construyendo nuevas formas de convivencia.

Aunque la estratificación social es compleja en la actualidad, debemos acudir a los conceptos marxistas de clase social. En la batalla cultural es necesario deshacernos de modernos conceptos narcisistas de reciente adquisición y retomar los antiguos conceptos de clase basados en el materialismo dialéctico que se simplifican en la posesión o no de los medios de producción. Debemos superar la autopercepción de un sector importante de la sociedad de pertenecer a la clase media, que es un espejismo del capitalismo para deshacer la conciencia de clase; y así restaurar el viejo concepto de clase trabajadora, y sin olvidarnos de que somos mayoría.

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