Isidoro Berdié Bueno
Profesor en Ciencias de la Educación, Doctor en Historia y Doctor en Filología Inglesa

Sturm und drang (tormenta e ímpetu). Carta abierta al PSE (Plachi Llópez)

Como decía el presidente republicano Castelar, «cada generación deja su propia impronta en la Historia» y parece ser que la presente opta por la bisutería en vez de por la calidad.

Cuando a un inglés (gentleman) le pisa un desconocido, no puede darle quejas, porque no le ha sido presentado. En cierta manera, también me sucede a mí, por eso me dirigiré a usted, como don Plachi Llópez. usted años atrás me sorprendía agradablemente y llegué a hacerlo mi héroe, cuando guiado por su vena humanística, junto con otros miembros de su partido formó una comisión para tratar de invitar a la izquierda abertzale a que se uniese al colectivo de fuerzas político-sociales, que reclamábamos el fin de la violencia en Euskal Herria y trabajar juntos en la paz y por la paz. Y usted hizo esto, sin hacer caso del colectivo troglodita ultramontano que le recriminaba tal acción, porque ellos no veían como usted en sus interlocutores personas.

Pasado el tiempo ETA se ha disuelto, obviamente por el trabajo de gente como usted, los hechos le dan la razón, es todo un triunfador, mas he ahí, que conseguida esa cima en vez de disfrutar de la victoria, en vez de seguir por ese camino humanista y de filantropía como persona, como ser humano, mira por donde le aflora la vena política desaparece la persona y aparece la ideología, confraternizando con otras ideologías que demonizan a unos, de donde no van a sacar votos, y arrullan a otros, de los que esperan hacer su caladero de votos, la verdad, que más da, esa no cotiza en el IBEX 35, tampoco en el Dow Jones.

Don Plachi, dejando para más tarde el tema de ETA, les recuerdo que ustedes han diseñado y troquelado el país que tenemos, han tenido en sus manos desde el primer momento la responsabilidad de la educación en el Estado español, sí, la ha llevado el PSOE desde el inicio de la Transición a la democracia, que aquí muchos llamamos cleptocracia, y su tarjeta de identidad es la LOGSE, su ley de educación, y hemos con ella tocado suelo en lo cutre e ignorancia, no se puede caer mas abajo, Sr. Llópez. Ya no es Aníbal ni Alejandro Magno héroes a conocer, es el cineasta Almodóvar, el futbolista Ronaldo, o el político vago y ladrón, que por desgracia son casi todos: PSOE en Andalucía y Valencia, PP en Madrid y Valencia, CiU en Cataluña, etc. Como trabajadores ninguno ficha y el hemiciclo la mayoría de las veces está vacío, enseguida permitiría eso la empresa privada, pero según su correligionaria socialista andaluza Magdalena Alvarez el dinero público no es de nadie,  reiremos para no llorar. La Iglesia está permanentemente hostigada por los laicistas: totalitarios y dogmáticos, sin ningún respeto al diferente, y pocos escuchan ya sus mensajes universales.

En esta su obra queremos denunciar también que, lo que antaño nos costaba esfuerzo y sacrificio en la escuela, ahora a los jóvenes se les edulcora con jueguecitos y gritan «¡guerra al esfuerzo!», «¡sí a lo fácil!» y en esas estamos en una tremenda grieta generacional, que muchos la sorteamos con lecturas eternas, clásicas, y con la confección de este tipo de escritos denuncia, que de modo testimonial, y pensando en un futuro lejano, quede huella de algo valioso que vilmente dejamos morir.

Pero como decía el presidente republicano Castelar, «cada generación deja su propia impronta en la Historia» y parece ser que la presente opta por la bisutería en vez de por la calidad.

Es difícil en España dibujar la nervadura física, política y cultural de su tarea colectiva, a la sombra del tiempo, porque siempre hubo (ahora también) retórica de ocasión (palabras grandilocuentes que ocultan hechos deleznables) y un habitual incienso hacia el poder, que al igual que la sierpe del Paraíso, promete lo que no cumple y defrauda la buena voluntad del pueblo.

Con frecuencia la mentira es la herramienta usual de la política, el cáncer que se come el Decálogo (Constitución) del dios Estado se llama mentira. Cumpliendo con el derecho natural y la justicia se pondría fin a todos los conflictos. Pero un importante sector de la sociedad, que está ya muerto, se empeña en provocar la muerte de Dios, (que ya anuncia el filósofo alemán Nietzsche en "Also spracht Zaratustra"), y su cosmos y crea antivalores, cuando los valores son el verdadero motor vivificador de la sociedad.

Hegel, a quien siguió Marx, habló de la parábola del paraíso perdido, del paso del estado natural a otro de alienación en que la soberbia del poder cosifica al otro, robándole su dignidad y libertad, origen de todos los males de la humanidad. El Estado y la mayoría de los partidos políticos nos quieren fotocopias uno de otro. Cuando la pluralidad es la que suma, mientras la unilateralidad resta, convierte al ser humano en masa, igual a cero. Por eso, cuanta mas pluralidad haya es mejor, y esta debe converger en el Bien Común ("La República" de Platón), y ahí está la izquierda abertzale, (que nada tiene que ver con ETA, eran entes autónomos, pero que ustedes denostan) que reconoce el derecho de la persona a una educación libre y neutral, necesaria para orientarse para conseguir su realización máxima en la nación, en la sociedad, en la familia, en la pareja y como persona. La pluralidad y amplitud de base social también se observa en GARA, así lo demuestra el hecho de que este anarquista participe sin censura en un medio abertzale.

Es momento de presentar a Hegel, filósofo idealista alemán del romanticismo y su alegoría de la lechuza, su simbología, que en la mitología representa a Atenea (Minerva para los romanos), diosa de las artes y las ciencias. Según Hegel: “Filosofía del Derecho”. Prólogo: el búho de Minerva solo levanta su vuelo en el crepúsculo, al anochecer, cuando ya se ha vivido el día y se ha adquirido una experiencia y saber. Cuando ya se ha vivido la vida y nos acercamos a la muerte es cuando empezamos a saber algo, y ya resulta tarde.

El escritor –cuyos libros están catalogados en la British Library–, jurista y parlamentario Patxi Zabaleta, remontándose a la Alta Edad Media Española, escribía en el diario independiente “Egin”, a principios de los 90 «et domuit vascones» ( y sojuzgó a los vascones). Con esta frase terminaba la crónica de cada uno de los reyes godos. El problema ha llegado hasta nuestros días y nadie lo ha resuelto, por lo que continúa coleando para nuestra vergüenza. Este personaje, filósofo, humanista y hombre de Letras, se pregunta y muchos nos preguntamos, porque la filosofía es principalmente preguntas, por qué tanto unos como otros solo hemos aplicado al problema hierro, sangre y fuego, y como decía el “Diario republicano de Zaragoza” de 1873, «en luchas tales, los vencidos son traidores, los vencedores leales», y así seguimos estirando el chicle.

Son tres guerras civiles carlistas en el siglo XIX, y tras la primera guerra civil (1883-40) marcharon al exilio 40 Batallones, 6.000 Jefes y oficiales carlistas a preparar la revancha. Maroto no había quedado en muy buen lugar.

Hoy, don Plachi, las personas de buena voluntad (Biblia) y apolíticas celebramos que han enmudecido las armas en el País Vasco, aquende y allende los Pirineos, es una gran victoria global, todos, pero de modo especial de Patxi Zabaleta, quien ha sentido como nadie la amarga soledad del corredor de fondo (A. Sillitoe), mas, como decían los latinos, "Finis coronat opus”: el fin corona la obra, germinan las flores; la tribuna desplaza a la bomba; el Ateneo, al zulo; la tinta, a la sangre y la máquina de escribir, a la metralleta, ¿qué más quieren algunos para sacar los presos a la calle?

La izquierda abertzale no quiere ni busca conmiseración ni paternalismos, quieren que cesen las hostilidades hacia ellos y quieren paz porque saben que el demócrata es fuerte en la paz, y el totalitario para ser fuerte necesita la violencia. Y quieren la paz para seguir trabajando en su proyecto político, en el cual echan de menos la presencia, los brazos y masa gris del cerebro de esos que en vez de estar de rehenes, establecida una paz sólida, tangible e irreversible, deberían estar incardinados en la sociedad vasca, llenando fabricas, oficinas, sindicatos y otros colectivos, creando más riqueza y una más armoniosa convivencia social.

La nueva Sortu, resultante de modélico debate de autocrítica, ha hecho uso y asumido el método de los diálogos socráticos, que parten de un originario disenso y acaban en consenso, es decir, partiendo de una pluralidad de opiniones llegar a la unidad de criterio. El diario independiente GARA ha sido testigo y así lo han dado a conocer sus rotativas. En su faceta cosmopolita, la nueva Sortu contempla, opina y debate la situación mundial, y sus historiadores ven que la historia de la humanidad es un reguero de sangre, desde la lucha en el Cielo entre Lucifer (el que porta la luz) y San Miguel arcángel... y las checas socialistas del Madrid rojo de 1936, de las que habla Schlayer, de sus torturas al puro estilo soviético amén de fusilamientos extra judiciales, denunciado estos hechos a Azaña por Schlayer, el presidente de la República española le respondió: «No me atrevo a recriminar nada a ningún miliciano que lleve fusil al hombro o pistola al cinto», a estas y otras lindezas dedicaremos capítulo aparte, demostrando que esos milicianos socialistas asesinos, no eran precisamente unos «angelitos» ni tampoco se parecían a las «inmaculadas» de Murillo, más bien a Lucifer; invitaremos a don Plachi (socialista) a que juntos evaluemos los asesinatos de sus correligionarios socialistas y concluyamos quien si ETA o ellos son más asesinos; imagino que a estas alturas don Plachi ya se ha preparado la «chuleta» y ha leído el libro de Schlayer y acepta que los socialistas también tienen asesinos en su curriculum, ¿podemos llamarlos genocidas? Ah, don Plachi, traiga a nuestro encuentro las actas de Cortes Constituyentes de las dos Repúblicas Españolas, de lo contrario me tendrá que admitir que ambas fueron ilegales de origen, ¿bastardos también?... Hoy la paz es aún muy débil, y cual espada de Damocles pende de un finísimo hilo, así lo ha visto el socialista vasco Eduardo Madina y ha celebrado de corazón la auto disolución de ETA, con o sin perdón general. Zorionak, señor Madina, usted es un tesoro.

Necesitamos de modo acuciante la paz y con ella la cultura, con sus valores, ideas y creencias, que deberán ser utilizadas para mejorar la vida, dignidad y respeto de la especie humana en su conjunto, y empatía con el ser humano. El mayor enemigo de la humanidad es el totalitarismo, que pretende reducir la diversidad a la unidad mediante la castración de la sociedad. La Humanidad será más feliz cuanto mas variada sea y cuanto mas se respeten las diferencias. Al otro lado, el pensamiento científico se convierte en ilusión y la idea de una humanidad mejor en un desastroso absurdo. Hoy, señor Llópez, su partido junto a otros que están "in mente" amén de colectivos ultramontanos están haciendo gala de un impermeable blindaje mental y verdad absoluta que han de dar paso a la Verdad consensuada para que sea social e histórica (Sócrates).

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