José Luis Candelas Osegui
Miembro de la Plataforma AP-8 Peajerik Ez

«Tenemos lo que nos merecemos»

Ellos no pagan autopista, de ahí se entiende que mientras en otras comunidades luchan sus políticos junto con la ciudadanía para acabar con los peajes, aquí no se implican para nada en luchar contra este fraude a la ciudadanía.

El nuevo año llega con otra nueva subida de impuestos de hasta 3.273 millones. Los cambios legislativos que han entrado en vigor el 1 de enero recogen incrementos en el Impuesto de Sociedades, en la fiscalidad de los planes de pensiones, autónomos, en el Impuesto de Matriculación y en el IRPF. Además la normativa recoge un castigo a la vivienda con el nuevo sistema de valoración de inmuebles del catastro.

No conformes con ello, en el caso de la luz arranca el 2022 por encima de los trescientos euros el megavatio hora (MWh), el gas sube más de un 5%, los carburantes con un incremento a lo largo del 2021 del 25% en el caso de la gasolina y un 27% en el del gasóleo, la vivienda nueva y usada, que cierra el 2021 un 4,3% más cara, a lo que se suma el encarecimiento de los materiales, que está provocando subidas en el precio de las nuevas construcciones, los peajes, casi el 2% en los que respecta al estado, casi el 3% en lo que nos afecta en la AP-8, (2,41 en 2021 Iurreta-Usánsolo, 2,48 en 2022), correos también ha subido un 7% el precio de los sellos para cartas y tarjetas postales, los vehículos también serán más caros al subir el Impuesto de Matriculación, subida del transporte público entre uno y tres céntimos por trayecto (Metro, Tranvía, Autobuses, Trenes) y así sucesivamente…». Las promesas de ayer, los impuestos de hoy.

Nos suben los impuestos, nos congelan nuestros sueldos, se suben los de ellos (en algunos casos hasta más de un 33%), dan una limosna a los pensionistas después de haber estado cotizando durante toda su vida, mientras que ellos y ellas tienen derecho a una pensión vitalicia que actualmente asciende a casi 80.000 euros anuales, a lo que se suma otros beneficios como disponer de dos funcionarios a su servicio, un coche con chofer o servicios de seguridad… «Vuestro lujo nuestra miseria».

Una persona con un salario mínimo interprofesional (SMI) que en el 2022 está situado en 965 euros, tardaría el ganar esos 80.000 euros, 83 meses, o lo que es lo mismo, casi siete años… Casi siete años, y trabajando, sin tener derecho a nada más que a cotizar y pagar.

Y aunque todo lo anterior, (excepto la subida de los peajes), no tenga que ver con nuestra reivindicación, lo que si deja muy claro es que absolutamente todo lo anterior sale de nuestros bolsillos, incluido sus lujos, y por lo que parece, salvo a los pensionistas que ya llevan cuatro años saliendo a la calle para luchar por sus derechos, al resto, parece que nada de esto va con ellos… «El mundo no será destruido por los que hacen el mal, sino por los que no hacen nada».

Un escritor y filósofo inglés Aldous Husley (1894-1963) nos dejo una reflexión que a día de hoy sigue siendo una realidad. «Estas dictaduras del futuro lograrán producir una especie de campo de concentración indoloro para sociedades enteras. De manera que, de hecho, podrán arrebatarle sus libertades más fundamentales a las personas y sin embargo ellas estarán conformes y hasta felices con esta situación porque habrán sido desviadas de cualquier deseo de rebelión por medio de las drogas, la propaganda o el lavado de cerebro».

En un caso tan claro y evidente como es nuestra reivindicación, estas palabras demuestran, que aunque la gente esté enterada de que nos están tomando el pelo, que nos siguen tratando como ciudadanos de segunda, que nos siguen cobrando y subiendo año tras año algo que ya tenemos pagado y que nos siguen dando día sí, día también por el mismo sitio, de momento, (esperemos que no sea para siempre) están consiguiendo esa especie de campo de concentración indoloro… «es más fácil engañar a la gente, que convencerles de que han sido engañados».

Desde nuestra Plataforma AP-8 Peajerik Ez seguimos luchando y trabajando para que esto no sea así y no nos sigan engañando. Ni ellos pueden seguir, ni nosotras y nosotros le podemos dejar ni permitir que nos sigan aplicando sus normas y sus leyes a su capricho y sigamos de brazos cruzados sin hacer nada. «Los débiles no luchan, los más fuertes quizás luchen una hora, los que aún son más fuertes luchan unos años, pero los más fuertes de todos luchan durante toda su vida, y estos son los imprescindibles».

Nuestros parlamentarios también tienen dietas de locomoción concebidas para cubrir los gastos para el trabajo en la circunscripción de la procedan. Son 370 euros mensuales para los electos alaveses, 543 euros para los vizcaínos y 596 euros para los guipuzcoanos. Anualmente ello supone 452.680 euros, a los que se suman 111.000 euros en dispositivos VIA-T de telepeaje. Ellos no pagan autopista, de ahí se entiende que mientras en otras comunidades luchan sus políticos junto con la ciudadanía para acabar con los peajes, aquí no se implican para nada en luchar contra este fraude a la ciudadanía.

Debemos recordar y decir a esta gente que los principios de un buen gobierno están en «obedecer, no mandar», «representar, no suplantar», «proponer, no imponer», «servir, no servirse», «bajar, no subir», «unir, no dividir», «construir, no destruir», «revelar, no ocultar» , «defender, no vender» y «entregar la vida, no quitarla» etc.

De todo esto, ellos y ellas hacen totalmente todo lo contrario, intentan disfrazar de interés general su interés propio. Mandan e imponen, no proponen. Intentan dividirnos, no unirnos. Ocultan, no revelan, destruyen, no construyen, siempre intentan subir, no bajar, (lo que ocurre abajo les importa una mierda)… ¿Y vamos a seguir sin hacer nada? «El ladrón vulgar te roba el dinero, la cartera o el reloj. El político te roba la felicidad, la fe, la salud, la vivienda, la educación, el futuro y el trabajo. El primer ladrón te elige a ti, el segundo lo eliges tú».

Nadie debe obedecer a aquél que no merece mandar. Desde nuestra Plataforma AP-8 Peajerik Ez queremos enviar un mensaje de ánimo a toda esa gente que sigue confiando en nosotros, y que junto con todos ellos y ellas seguiremos luchando para acabar con estos ya casi cincuenta años de sometimiento. Igualmente queremos enviar un mensaje a todo el resto de personas y decirles que si no queremos que esta gente nos siga dando por el mismo sitio e imponiéndonos sus leyes, la única manera de conseguir acabar con todo ello no es otra que luchando, exigiendo y reclamando tus derechos. Mientras tanto, sino luchas y reclamas lo que es tuyo, pues está claro que acabaremos «Teniendo lo que nos merecemos».

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