Isidoro Berdié Bueno
Doctor en Ciencias de la Educación

¿Tercera república?

A día de hoy, PP serian los sagastinos, el PSOE equivaldría a los monárquicos radicales, en ambos casos, sostenedores de la institución monárquica y Constitución

Heráclito, siglo V.a.C. habla del «eterno retorno», en el siglo XIX Nietzsche en la misma linea, dice: «todo volverá de nuevo, y tú también volverás ¡enano!» (significando las cosas malas).

El nuevo Gobierno que se vote en Cortes, como historiador, me retrotrae al reinado de Amadeo I, en el contexto de Revolución de Septiembre de 1868, liderada por el general Prim, que dejó España acéfala. Unas Cortes Constituyentes votaron monarquía como forma de Gobierno. No una monarquía al uso, hereditaria, fue votada, se convertía en monarquia electiva, en la persona del joven Amadeo de Saboya, que entró como Amadeo I.

De la Revolución salieron tres grandes partidos victoriosos, un gran partido monárquico próximo a los absolutistas, otro gran partido monárquico progresista, liderado por Prim, y a su izquierda los republicanos federales, clara minoría frente a los monárquicos. De los tres grandes partidos, tan solo uno, el Partido Progresista y con él, Prim, apoyaban a Amadeo, los otros dos lo rechazaban. Mas, toda situación mala es susceptible de verse empeorada, y así sucedió tras el asesinato (magnicidio) de Prim, su partido se escindió en dos, los monárquico liberales, liderados por Sagasta, que aspiraban a mantener en toda su pureza la Constitución, y los monárquicos radicales, liderados por Ruiz Zorrilla, que les venía corta de mangas y aspiraban a «espolearla».

A día de hoy, PP serian los sagastinos, el PSOE equivaldría a los monárquicos radicales, en ambos casos, sostenedores de la institución monárquica y Constitución. Pero en vez de hacer fuerza común entre ellos, los sagastinos (actuales populares) cuando no tenían mayoría preferían apoyarse en su derecha, no constitucionalista, para gobernar, y los monárquicos radicales, preferían apoyarse en los republicanos, anti constitucionalistas, su izquierda. Monarquía y Constitución estaban sin base, pendiendo de un hilo, la dimisión de Amadeo en 1873, y la huida del Rey en 1931, las dos Repúblicas, con minoría republicana, sin Cortes Constituyentes y a la brava, se hicieron realidad en España. En un espacio tiempo curvo e historia cíclica, la III República ya se vislumbra en el ¿horizonte?.

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