Ainhoa Beola Olaziregi y Diana Urrea
EuskalHerria Bildu

Territorio hostil

Ante el asesinato de Almudena Matarránz la declaración principal del alcalde de Bilbo fue decir “si alguien me pude decir qué hacer para terminar con esto, que venga y me lo diga”. Pues señor Aburto, se lo decimos: cumpla y haga cumplir la ley con todas sus deficiencias. Así de sencillo.

Sería importante pasar de las palabras a los hechos y que trabajemos desde todas las perspectivas hacia unas nuevas relaciones.

Recientemente la Consejera de Seguridad Beltrán de Heredia, comparecíaen el Parlamento de Gasteiz y manifestaba de formaautocomplaciente que tanto su departamento  como el conjunto del Gobierno Vasco están haciendo todo lo que está a su alcance para erradicar lo que ellas llaman “lacra social”. Una denominaciónque por cierto, les permite restar responsabilidades como si se tratase de un fenómeno meteorológico, en vez de una vulneración de sistemática Derechos Humanos a la mitad de la población de este país.

Afirmaciones que son cínicas y que se desmontan de un modo muy sencillo: el presupuesto del Gobierno Vasco de más de 10.000 millones de euros, destina la vergonzosa cantidad de 6 millones de euros a políticas de igualdad, lo mismo que cuestan por ejemplo, los uniformes de la Ertzaintza.

En medio de tanto atropello, a Emakunde últimamente ni la escuchamos, y a estas alturas comenzamos ya a no esperarla tampoco. Además, en este periodo legislativo, la falta de legitimidad de este órgano en el Gobierno Vasco, ha quedado más que evidente con cuestiones importantes como las posturas en torno a la Ley de custodia compartida.

No queremos seguir con el indigno  listado de ataques a las mujeres, a nuestra integridad y dignidad, y a la más básica ética institucional que se nos debe y demasiadas veces nos es negada, porque tenemos cuestiones que proponer.

Proponemos que en estas fechas de cierre presupuestario, se habiliten partidas suficientes para dotar de unidades de igualdad a aquellos municipios y mancomunidades que no disponen de técnicas de igualdad. Y que los presupuestos generales de 2016 presenten una perspectiva de género en cada uno de los apartados y capítulos, además de habilitar partidas suficientes para activar un protocolo contra la violencia machista realmente integral y transversal.

Necesitamos y pedimos planes efectivos que conviertan nuestras vidas en vidas sin violencia machista. Desde la educación se trabaja en crear personas libres y responsables hacia una sociedad basada en valores feministas. Donde desde todos los ámbitos de la sociedad creemos unas relaciones basadas en la igualdad.

Porque estamos hartas de indicar los actores que generan tanta violencia y son responsables subsidiarios del  feminicidio. Mientras el sistema educativo sigue ciego al género, la economía productiva pervive a costa de la reproductiva invisibilizada, la feminización de la pobreza y su entorno comienza a volverse endémicas, y las estructuras de poder etnocéntricas nos siguen empujando hacia los márgenes de este sistema hostil.

Queremos salir de esta situación trabajando para que la denuncia no sea necesaria todos los días. No es no. Queremos y defendemos el poder decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.

Ante tanta hostilidad, tanto ataque, desde lo público y privado, queremos dejar claro que la lucha por la igualdad la seguimos dando diariamente, que nuestro objetivo es transformar  este sistema patriarcal, dotándonos para ello de las herramientas necesarias, en lo institucional y en la sociedad.

Porque sólo con mujeres libres y soberanas y sobre cimientos feministas, lograremos construir una Euskal Herria libre.

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