Isidoro Berdié Bueno
Profesor de Ciencias de la Educación, doctor en Historia y Filología Inglesa

Virus dictador

Ni el materialismo dialéctico ni ningún otro pueden ser aceptados por un cristiano, porque no es dialéctico y ademas el cristianismo es espíritu.

A la pandemia planetaria del Covid-19, España añade la suya personal la del virus dictador. No es la hora de la épica ni del heroísmo, señores Sánchez e Iglesias, es la hora de la sensatez. en un momento en que España tirita por el miedo, esos citados políticos han hecho unas declaraciones políticamente condenables y moralmente inadmisibles. En ellas declaran un poder omnímodo, mediante una retórica que solo puede engañar a ciudadanos acostumbrados a una historia de pasmos sumisos.

Pero claro, como dos buenos dictadores, todo lo hacen «ad majorem Dei gloriam», en su caso «el ciudadano es lo primero», ¿no lo era hasta ahora? ¿acaso hay que descubrir ante un virus que los ciudadanos son lo primero? En su hoja de ruta hay algo mas que prudencia sanitaria, quieren encarcelarnos cuando ya vivimos como cristianos en plena cuaresma, un periodo de purificación, de reflexión y conversión espiritual, y les tememos señores Sánchez e Iglesias. Todo el trabajo de la Historia pulverizado y difuminado en el aire, para volver 2.500 años atrás a los despotismos orientales vencidos otrora en Maratón y Salamina.

Lo que el gobierno nacional comunista pide es un cheque en blanco en el que la cifra solo la conocen ellos y no se la dicen a nadie, obediencia ciega sin límites. Pedro no es un presidente democrático, sino Pedro el Grande de Rusia, solo que sin carisma ni inteligencia para resolver ningún problema de Estado. Se enrolla pero no desarrolla, así hace el para muchos cuentista Dr Simón, no el Cirineo, sino el muñeco parlante. Su humanidad ha desaparecido y no recuerda cuando su alma la vendió al Gobierno a cuentas de caramelos y falsas sonrisas, por ser un «buen chico» y olvidarse a la hora de informar de los estragos del Covid-19 de la palabra ética y dignidad humana.

También nos preguntamos sobre Iglesias, ¿que tendrá ese hombre? O mejor, ¿a quien tendrá detrás ese hombre que tanto progresa y, como canta el charro mejicano, su palabra es la ley? Dicen que ahora está «trabajando» en... pero el culmen o punto final a su carrera sería la creación de un traductor del pensamiento y el ser humano y su libertad quedar reducidas a cero.

El gran palo al gobierno social comunista por sus ramalazos dictatoriales no le ha venido por la derecha, a esta se le estropearía la manicura, sino desde las filas socialistas, a cargo del socialdemócrata vasco y víctima de ETA Eduardo Madina, el sonido se ha escuchado hasta en Júpiter y su satélite Ganímedes. El socialista vasco critica una nueva Operación Mordaza, con la ayuda de Tezanos –que hace encajes con las manos– y del CIS, en la que toda la información habría que tomarla de fuentes oficiales, es decir, del diario "Pravda" moscovita, perdón, monclovita. Ya tenemos la censura chavista de la mano de Iglesias.

Nosotros junto con el socialista vasco Madina preguntamos al gobierno social comunista, con el virus de dictador, ¿creen ustedes en el derecho a la información y en la garantía de unos medios de comunicación libres, como principios democráticos fundamentales, que deben seguir siendo protegidos por nuestra Constitución? Si hay falsedades ahí están los tribunales de Justicia.

Amenazar al confinado es una cobardía y pedimos sigan vigentes la libertad de información, la libertad de cátedra, y la propiedad privada. La democracia interna en el PSOE saltó por los aires hace tiempo, de ahí que Madina y los social demócratas se sientan huérfanos. Sanchez, nombrado César por la militancia ejerce con plenos poderes sin que nadie le tosa y el sanchismo todo lo pudre. Porque el comunismo es una ideología muy buena, pero aplicado a una especie equivocada, en la especie humana no funciona, en la URSS ha fracasado.

Al poco de entrar al poder el chavismo en Venezuela, leíamos la siguiente noticia: «Centenares de políticos, militares retirados, estudiantes, periodistas, empresarios y activistas han sido declarados enemigos del gobierno de Hugo Chávez, para ser investigados, amenazados, enjuiciados, inhabilitados políticamente o encarcelados». Porque los latras del Estado quieren que este absorba al individuo y lo transforme en un autómata inerte, sin capacidad de autogestión ni automovimiento.

Al negar la libertad niega el movimiento y la posibilidad de transformación y la persona queda como la mujer de Lot en la Biblia, convertida en estatua de sal, sin vida. Al mismo tiempo la izquierda es antidialéctica, ya que esta implica tres pasos: tesis, antítesis y síntesis, la izquierda niega la antítesis, por ende el Estado queda paralizado en un monstruo sin vida y atemporal.

De manera que la sociedad queda como una foto fija, congelada en el tiempo y en el espacio, y paralítica que tiene prohibido el cambio e inmovilizada porque carece de libertad. Nuestro gobierno social comunista odia al individuo y lo reduce a un ser sin alma. Niega toda esperanza, como esa advertencia que hay a la entrada del Infierno de Dante: «Quien entre aquí abandone toda esperanza».

Representa el suicidio del individuo, que además de odiarse a si mismo, odia a los demás, que es una de las formas de suicidio. Esto no lo sabía la Iglesia cuando en la década de los años 60 del siglo pasado abrazó la Teología de la liberación y cambió a Cristo por el Che Guevara, dejó la cruz y tomó la espada, esa misma que Cristo quitó de las manos a San Pedro en el Huerto de los Olivos, advirtiéndole que quien a hierro mata a hierro muere.

La Iglesia se olvidó de esa advertencia de Jesus y rindió pleitesía a la izquierda revolucionaria y sanguinaria, y por ahí siguió el camino equivocado con sus curas obreros que dejaron la sotana por la gorra con la estrella roja de cinco puntas del Che. Esa falsa revolución que predicó la izquierda revolucionaria no era en realidad liberación lo que prometía sino esclavitud a la que sometía a la persona, como bien lo saben en Cuba, Venezuela, etc donde el Estado es dios. El dios Estado venía a sustituir al Dios del Sinaí.

Ni el materialismo dialéctico ni ningún otro pueden ser aceptados por un cristiano, porque no es dialéctico y ademas el cristianismo es espíritu. El materialismo lo definiríamos como la condenación del espíritu, no se debe deificar al Estado pues el reino de Cristo no es de este mundo. En resumen podemos constatar que desde los años 60 se produce una decadencia en la Iglesia que hasta el momento sigue sin remontar.

Tomamos de la cultura punk, independiente y contracultural, que emergió en la década de los años 70 del siglo pasado, los siguientes versos musicales que profetizan el final de una cultura y una especie:

Ya no hay trilobites en el mar/ en Siberia no queda ningún mamut/ las ballenas desaparecerán/ así que humano, ya solo quedas tú/ Pueblos del mundo ¡extinguíos!/ dejad que continúe la evolución/ esterilizad a vuestros hijos/ juntos de la mano hacia la extinción/ Sonríe cuando te vayas a fosilizar/ que no piensen luego que lo has pasado mal/ procura extinguirte con clase y dignidad/ piensa en el Museo Natural.

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