José Masa
Miembro de Gasteiz Irekia

Vitoria-Gasteiz se acerca a las personas refugiadas

6.000 millones de euros para La Turquía de Erdogan a cambio de hacer el trabajo sucio para Europa, más de 340 niños y niñas ahogadas, y miles de ellos, desaparecidos. Última oferta de Rajoy: 450 personas refugiadas puede acoger el Reino de España.

Podríamos seguir poniendo números: cuántas asesinadas, cuántas heridas, cuántas ciudades destrozadas… Pero ahí, en los números, es dónde está el
peligro.

Con el tiempo nos vamos acostumbrando a las imágenes de dolor, nos habituamos a ellas, creamos anticuerpos que nos terminan insensibilizando ante el sufrimiento ajeno y tomamos por cotidiana esa situación. Es, en este preciso momento, cuando las personas refugiadas pasarán de ser personas a meros números en siniestras estadísticas. Y, si a esta conversión de personas en cifras, le sumamos que nuestros dirigentes dan por terminado el problema, ya que Turquía se encargará de todo, el apagón informativo estará servido y los grandes medios dirigirán su mirada hacia otros problemas. Eso sí, quedará claro que el papel de la ciudadanía es el de mero espectador, nada podemos hacer ante problema tan complejo más que confiar en la Unión Europea.

En todo este tiempo, mientras las personas refugiadas han sido cabecera en informativos, se nos ha quedado una pregunta sin responder en el tintero, ¿por qué hay guerra en Siria? ¿Y en Irak? ¿Y en Afganistán? Nos dirán que la respuesta es muy compleja, que hay razones históricas, religiosas, étnicas, odios incubados durante siglos… Pero a mí se me ocurre otra pregunta para responder a esas tres ¿A quién benefician estas guerras?

Podríamos responder también con números, millones que gana la industria armamentística y sus auxiliares, millones para multinacionales relacionadas con la energía que acceden a recursos antes vetados para ellas, millones para empresas encargadas de la futura reconstrucción, millones para quien financie todo esto…

Millones en beneficios pero en manos de unos pocos, como se nos explica en el famoso informe The Network of Global Corporate Control, realizada en la Escuela Politécnica de Zúrich, sobre la relación entre los propietarios de las mayores empresas del mundo. Los resultados del análisis de esta red son muy interesantes: 737 accionistas, el 0,123% del total, controlan el 80% del valor de las más de 43.000 compañías multinacionales.

Entre tanto número creo empezar a ver un poco de luz para entender todo esto. Unos pocos dirigentes mundiales invaden, intervienen militarmente o instigan guerras en terceros países. Después de estas intervenciones la situación en dichos países es catastróficamente peor. Millones de personas se ven despojadas de sus derechos más básicos y pierden su forma de vida, sus hogares, se ven obligados a huir o son asesinadas. Y como consecuencia de este proceso un pequeño grupo de personas, que controlan grandes multinacionales, ven aumentar sustancialmente sus beneficios.

Ahora, la siguiente pregunta es ¿qué relación tiene nuestra clase dirigente con quienes controlan las multinacionales? La respuesta es fácil, miremos el currículum vitae y los ceros de la cuenta corriente del señor expresidente que nos metió en la OTAN y del señor expresidente que nos metió en la guerra de Irak.

En Gasteiz vamos a dar una patada a los números y vamos a abrazar a las personas, nos negamos a ser espectadores de esta infamia. El 19 de abril en Montehermoso, el 20 en el CC Aldabe y el 21 en Villasuso, todos los días a las 19:00h, Gasteiz Irekia organiza unas jornadas para que las personas refugiadas no se conviertan en números. Te invitamos a participar porque estamos construyendo un movimiento ciudadano en solidaridad con las personas refugiadas. Nos estamos acercando a ellas.

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