Felix Soto | Asociación de vecinos de Ulía

A Eneko Goia, alcalde de Donostia

El domingo, en la prensa, reflejaba Vd. una serie de apreciaciones reñidas con la verdad, referidas al Parque de los Viveros de Ulía-Ategorrieta. La falta de consideración y desprecio que rezuma su criterio en relación con la labor altruista que, en auzolan, vienen desarrollando las persona que han conseguido revitalizar y darle uso público al emblemático Parque de los Viveros, diseñado por el famoso jardinero Pierre Ducasse que también lo fue de los jardines de la Plaza Gipuzkoa, llama poderosamente la atención, porque el PNV siempre ha mantenido una actitud contraria a la  construcción en este parque valorando positivamente su biodiversidad, arbolado, paisaje,etc.

No nos cabe la menor duda que sus apreciaciones son fruto de un desconocimiento notable, tanto de los valores del parque como de la labor que en el mismo, se viene desarrollando; y cuando menos no deja de molestar que Vd. despectivamente la defina como «proyecto de jardinería» a una labor encomiable como es la de realizar actividades vinculadas a la educación ambiental al aire libre y desarrollar dinámicas participativas de inclusión social y cultural, trabajando directamente en la protección de la riqueza paisajística y salvaguarda de su diversidad biológica.

Por este motivo, el Gobierno Vasco recientemente otorgó a esta Asociación de Vecinos de Ulía un reconocimiento por su implicación y compromiso con la sociedad, a través de los premios Elkarlan.

Y así, Josu Erkoreka, consejero de Administración Pública y Justicia, y Portavoz del Gobierno Vasco, lo valoraba de la forma siguiente: «creo que sois, claramente, un modelo de que con la participación ciudadana y la corresponsabilización de los asuntos públicos, es posible contribuir eficazmente a la mejora de las condiciones de vida de nuestros ciudadanos.»

Sr. Goia, el emblemático Parque –diseñado por Ducasse en los viveros de Ulía-Ategorrieta– es una joya que merece ser descubierta como auténtico oasis verde existente en la trama urbana de la zona, a la que sus vecinos, como en otros lugares de la ciudad, tienen derecho a disfrutar, con la particularidad de que se trata de un parque recuperado, porque ya anteriormente funcionó como tal.

No existe una mínima justificación para destruir el parque, porque como Vd. conoce perfectamente, el Ayuntamiento posee parcelas dotacionales en lugares más céntricos y apropiados, sin necesidad de modificar el Plan General de Ordenación Urbana. No cometamos la irresponsabilidad de destruir el legado que nos dejaron, para generaciones futuras, quienes nos precedieron.

La destrucción de este antiguo Parque no es compatible con los discursos de desarrollo sostenible y aplicación de la Agenda Local 21 en la pomposa capital europea de la cultura, pero sí queremos resaltar el procedimiento antidemocrático e irregular con que se está tramitando el expediente de modificación puntual del Plan General: sin estudio de evaluación de impacto ambiental, ni el de valoración paisajística, y –lo que es más grave– la omisión en el acta de la reunión del Consejo Asesor de Planeamiento en la que se acordó la celebración de una nueva reunión, antes de someter el expediente al pleno municipal de la capital europea de la ¿cultura?

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