Juan Mari Feliu Dord

A Julian Baraze Anaut, el «Oso de Larra»

Hace unos días Julián Baraze Ustés nos dejó tras una larga vida en Izaba, dedicado a labores administrativas y a la montaña, principalmente la roncalesa. En 1958, junto con Victor Anaut y  Julián Baraze Guillén, fue nombrado por la FEM (Federación Española de Montañismo) Guía de Montaña para las montañas del valle. Un año antes yo había pisado por vez primera la montaña más alta de Euskal Herria, Hiru Erregeen Mahia. Allí, siendo un crío conocí por primera vez a esta excepcional persona, afable y dispuesta siempre a acompañar si hacía falta a los montañeros.

Años más tarde, ya en los sesenta, Julián acompañó en numerosas ocasiones al grupo de espeleólogos de la IPV de la Diputación Foral en busca de cavidades para explorar en el macizo de Larra. Por su corpulencia y fuerza coincidimos los más jóvenes en llamarle el «oso de Larra» y así se quedó para lo de aquella generación de los sesenta.

En 1966, tras el accidente mortal de Xabier Auzmendi en su intento invernal de subir a la Aguja de Ansabère, fueron Julián Baraze y Nicasio Bueno quienes encontraron dos meses más tarde el cuerpo del malogrado escalador del Orimendi. Julián se turnaba junto con otros izabarres para ir a la búsqueda del desaparecido Auzmendi desde que se inició el deshielo primaveral.

En 1967, con una ascensión a la cúspide de Euskal Herria, un grupo de jóvenes izabarres capitaneados por Julián crean con sus ascensiones por el valle una sec- ción de montaña adherida al CD Navarra, como años antes lo habían hecho montañeros sangüesinos. A lo largo de los años Julián ha sido un referente para poder hacer realidad proyectos como la construcción del refugio de Belagoa, campamentos, expediciones espeleológicas o en planes de rescate en montaña de acuerdo con la Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada. Goian bego.

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