La democracia tiene que defender a las minorías, pero por serlo no son inmunes a las ideologías venenosas que circulan por nuestra sociedad alimentadas por partidos políticos mayoritarios. El comportamiento ejemplar de estas mujeres que protestaban ofreciendo la máxima riqueza de los humanos que son los cuerpos, y la reacción de insultos, patadas, empujones, que abochornan a los humanos, y dejan sin palabras debido a la inmensa tristeza de presenciar que todavía existen energúmenos que quieren imponer una política machista, violenta, de intolerables que su único lenguaje es machacar al que piensa diferente, es un problema central en nuestra sociedad. En Catalunya, muchas escuelas que intentan inculcar que la paz y el respeto hacia los demás es un valor incalculable, desde otras instancias se intenta evitar que los alumnos expresen las diversas opiniones, y poderlas encauzar de forma civilizada, y demostrar que la violencia física es intolerable. ¡Sí!, estas mujeres merecen un reconocimiento, estas mujeres son mi espejo aunque defiendan un marco estatal que no pueda compartir, pero son un referente que no merecen pasar al anonimato, son las auténticas heroínas que la historia ningunea pero gracias a ellas, la esperanza se mantiene viva.