Tiene que llegar un delincuente a la presidencia de EEUU y rebuznar para fijar posiciones, para que los payasos que gobiernan o han gobernado en el mundo se arrimen al sol que más caliente y se «inicie un periodo de paz y prosperidad para el mundo». Como suelen proclamar quienes no tienen nada que decir más allá de aplaudir con las orejas después de mirar para otro lado mientras arrasan Palestina y son acusados de genocidio por la CIJ. Sin consecuencias ni responsabilidades, solo con discursos llenos de humo exaltando beatíficamente los beneficios de la paz, condenando a los palestinos por ser pobres y crueles y proclamando alabanzas al sionismo del Tsahal armados y protegidos por USA y «estados civilizados» que componen el club de los poderosos, junto con Netanyahu, el «pollo sin cabeza», acusado de corrupción. Detrás, Biden, el enano mental y despiadado presidente de EEUU que disculpa la locura contra el pueblo palestino. Además de la UE está protegida por el paraguas de la banca internacional y estados gobernados por partidos entre la extrema derecha y la socialdemocracia vergonzante mundial que venden armas a ambas partes contendientes en los múltiples conflictos armados provocados por fuerzas que ellos mismos manipulan, como España y otras «democracias sobrevenidas» para testar y vender armamento, se entrenen y jueguen a las guerras, aunque los muertos los ponen los países que van a redimir... En la Europa arruinada por la crisis económica y la falta de líderes, la agresividad de la OTAN y la burocracia de la UE, junto con la condena de Netanyahu por genocidio− no guerra− a quien EEUU ha encargado proteger el surtidor mundial del petróleo. Y ahora que las guerras de Ucrania y Gaza están estancadas estalla la Pax Americana, se olvidan los muertos y empieza la reconstrucción para cosechar los beneficios de las guerras. Pues ya es tiempo de sanear Europa después de la crisis.


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