Manu Errazkin, vecino de Alde Zaharra

Ambulatorio «koxkero»

Pensaba que «koxkero» era el habitante de la Parte Vieja bautizado en San Vicente, por aquello de las piedras (koxkas) existentes alrededor de la iglesia. Por ello llamo al nuevo ambulatorio de la Parte Vieja «koxkero», porque para acceder al mismo por la calle Aldamar los obstáculos en forma de koxkas que hay que superar hacen que sea más fácil ir a comprar a la Bretxa que ir al nuevo ambulatorio. Me explico: soy persona con movilidad reducida y para ir al ambulatorio voy por la calle Iñigo, pero, al torcer por la calle Aldamar, me encuentro con el primer obstáculo o koxka: una pronunciada cuesta que, aunque corta, necesito ayuda para pasarla, tan es así que delante de mí va una persona en silla de ruedas y quien la lleva se las ve y se las desea para pasar el obstáculo.

Los dirigentes políticos han hecho lo de siempre, inaugurar algo sin terminar, claro, las elecciones están a la vuelta de la esquina y una infraestructura como esta conlleva el edificio en sí, pero también sus accesos y quiero suponer que está sin terminar. Señores dirigentes: terminen el ambulatorio y no hagan lo de siempre, inaugurar un edificio y luego cerrarlo para acabarlo. El ambulatorio es una reivindicación antigua y esperada del vecindario del barrio y por fin se hace realidad, pero, por favor, termínenlo, que la solución no es tan complicada.

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