Javier Orcajada del Castillo

Atención, ciudadanía: se aproximan las elecciones

Conviene reflexionar si se quiere que los políticos hagan caso al electorado. He aquí algunas ideas. La ministra de justicia sugiere que demostrar la violencia sexual es fácil: solo hay que mostrar las heridas que se produzcan. Valórese que los trenes en Cantabria no pueden pasar por los túneles porque no caben. Tensión en el Congreso y Senado porque se negocia la ley de protección animal en la que se discute si son perro o podencos los que tienen o no derechos. No intenten llamar a la Seguridad Social ni en caso de muerte, pues no contestan nunca. Es su nuevo método de solucionar «marrones». España contribuirá con cuádrigas romanas, tanques Leopard achatarrados y armamento de fuego inútiles que se exhiben en los museos militares a la guerra de Ucrania. Piense si es justo que los beneficios de la gran banca en el año pasado se elevan a 20.000 millones, los de las eléctricas y gasistas a más de 10.000 millones, pero amenazan al gobierno porque les grava con impuestos transitorios los dos próximos años de 3.000 millones para apoyar a sus empobrecidos clientes. La separación de los tres poderes del Estado es una ficción a pesar de Montesquieu, pues el poder ejecutivo nombra al judicial, pero este se permite paralizar al legislativo que es el que legitima el sistema democrático. Sin consecuencias. El sueldo del presidente de la CEOE subirá un 9%, con lo que este año percibirá 400.000 euros. Nadie tiene nada que decir. Vox presentará una moción de censura a Pedro Sánchez a cargo del provecto Ramón Tamames, tránsfuga de 90 años que militó en el PCE, en el FP, en IU, en el CDS de Suárez. Si la gana veremos a un fósil de presidente. Los refugiados ucranianos son legalizados de un día para otro, en cambio, los masacrados en Ceuta y Melilla que son expulsados en caliente o se les deniega el permiso y tienen que cruzar el Mediterráneo en pateras que acaban en tragedia. Marlaska se limita a felicitar a las FSE por su eficacia. Habría otros muchos motivos para negar el voto a los políticos prepotentes que en elecciones se ponen la piel de cordero y prometen la gloria para que les renovemos el mandato y conserven sus bien remunerados cargos. El pueblo tiene en su mano más fuerza de lo que piensa. Ahora es la oportunidad. Después volvemos a la nada.

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