Daniel Iriarte, vecino de Ermitagaña

Carta dirigida a Enrique Maya

Hace unos días leíamos en distintos medios la noticia de que el ayuntamiento quiere vender suelo municipal por valor de 24 millones de euros. Esto va ligado de forma directa a la política de vivienda.

Hace unos meses en el foro del barrio de Ermitagaña-Mendebaldea expuse varias problemáticas, relacionadas de forma directa con la vivienda.

El foro se puede visionar en youtube, si hay algún lector interesado en ello.
Parece que al señor Maya le gustó tanto alguna cosa que dije que se quedó con mi nombre. Yo de ese día me quedé con la posición de Enrique Maya ante este asunto: «la propiedad privada es sagrada». Ahora el ayuntamiento se dedica a «santificar» estas tierras para que la sobrevuelen los buitres. Qué fácil es hacer políticas en contra del interés general, dentro de las instituciones que en teoría deberían velar por lo contrario.

Se hacen políticas impopulares sin tener en cuenta no solo al resto de grupos municipales sino a los propios pamploneses.

¿En qué nos beneficia que se venda ese suelo? ¿No hay ya suficientes experiencias para saber que se va a especular con dicho suelo? Se entiende que esto es una maniobra para disminuir las pérdidas que ha generado el ayuntamiento en esta última legislatura.

Por un lado hay obras paralizadas porque el ayuntamiento no las puede asumir (eso dicen), y por el otro yo no dejo de pensar en los jaleos en los que ha metido el propio ayuntamiento estos últimos años. Por ejemplo se me viene a la mente el sobrecoste de la pasarela de Labrit, o todo el cacao que ha generado con el servicio de atención a domicilio. La creación de una empresa pública para asumir esa función y el coste de todos los recursos que presenta a las sentencias cuesta un dinero que al final, donde entiendo yo, es el de todos los contribuyentes de Pamplona.

Volviendo a la vivienda, ningún problema se soluciona  eludiéndolo, ni este, ni ninguno. Está destinado a explotar de la peor de las formas sino se le pone remedio. Cada vez es más habitual ver a inquilinos organizarse para enfrentarse a los problemas que hay en el acceso a la vivienda, ya que quien debería velar por solucionarlos no mueve un dedo. La gente ya ha decidido dejar de delegar esa función.

A los representantes políticos se les llena la boca para hablar de democracia, pero en 25 años que tengo, nunca he decidido ni yo ni la gente de mi alrededor, sobre un hecho que nos puede condicionar en gran medida como puede ser este.

La única vez que se me viene a la mente que se haya consultado a la población fue en el referéndum sobre si entrar a la OTAN o no, y al final ya sabemos que pasó…

Volviendo al día del foro, el señor Maya dejó varias cosas claras. Está en contra de gravar los pisos vacíos, está en contra de la regularización de los alquileres y por lo que está dejando ahora totalmente claro, es que está en contra de usar suelo público para hacer vivienda pública.

Enrique Maya solo tenía una medida principal y es la de dividir pisos grandes en pisos más pequeños. También estaba abierto a la conversión de locales comerciales en viviendas, regulación mediante.

Al final de la reunión me ofreció quedar un día para discutir el asunto, yo me ofrecí siempre y cuando se pudiese tener en cuenta la opinión de los colectivos u otra gente del barrio. De momento no nos hemos reunido.

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