Mi gratitud a la valiente contribuyente que recurrió judicialmente contra la obligatoriedad de presentar la declaración de la renta IRPF en la sede electrónica de la Diputación Foral de Bizkaia. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha sentenciado que no se puede obligar a los contribuyentes a presentar la declaración de la renta a través de Internet. El año pasado el Departamento de Hacienda y Finanzas de la DFB impuso una campaña de renta por medios electrónicos que no solo tenía defectos importantes, colapsaba la red, y desesperaba a los contribuyentes, sino que además vulnera el artículo 14 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Publicas, dado que la gran mayoría de contribuyentes ni están obligados a relacionarse electrónicamente, ni la DFB ha justificado ni acreditado que el colectivo personas físicas contribuyentes tienen acceso y disponibilidad de los medios electrónicos necesarios.

La DFB anuncia que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo. Si la Hacienda Foral dice que para la próxima campaña de renta va a reforzar y dar asistencia presencial, ¿Para que presenta el recurso ante el Supremo? ¿Va a restaurar la DFB los convenios con las entidades bancarias para que sus clientes puedan acudir a las sucursales para que les realicen el IRPF como antes? ¿Va a dimitir o se va a cesar a algún responsable de la DFB tras la sentencia? Les sale a pagar.