Germán Gorraiz López

¿Deflación en Navarra?

Según el INE, el IPC de diciembre registró en Navarra un incremento del 0,1% respecto al de noviembre, con lo que la tasa interanual rozaría el encefalograma plano (0,0%) y se situaría en la antesala de la deflación, dato relevante pues el IPC de Diciembre sirve de referencia para determinar la subida salarial del año venidero o la compensación por la desviación del IPC en los escasos convenios que todavía mantienen dicha cláusula. Por deflación se entiende «la caída mantenida y generalizada de los precios de bienes y servicios durante un mínimo de dos semestres», según el FMI y conjugada con una tasa de desempleo galopante tan bestial como la española (estimaciones del 26,9 % para finales del 2013), podría dar lugar a la aparición de un cóctel explosivo de final incierto,(el DDD), ya que dichos factores económicos se retroalimentan.

Así, las empresas se ven obligadas a estrechar sus márgenes de beneficios para seguir siendo competitivas lo que les impide mantener sus beneficios empresariales así como realizar las necesarias inversiones en Bienes Equipo y que tiene como efecto secundario una congelación o reducción del sueldo de los trabajadores que hace reiniciarse la espiral deflactiva, alimentada por la subsiguiente reducción del consumo. Así, asistiremos al finiquito del consumismo compulsivo imperante en la pasada década debido a la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores por la congelación de sus salarios o la dramática reducción de los mismos, lo que unido a la ausencia de la cultura del ahorro doméstico agravará la ya severa contracción del consumo interno.

Además, según el FMI, el ajuste económico español se habría producido mediante la caída de la producción y el incremento del paro, pero «insuficiente en el lado de los salarios hasta fechas recientes», por lo que receta un drástico recorte de los salarios nominales (brutos) del 10% y una rebaja de las cotizaciones sociales en 1,75 puntos para crear 1,2 millones de empleos. Caso de que la Deuda Pública y privada prosigan su vuelo por la estratosfera, que los salarios sigan congelados o con incrementos inferiores al IPC, que el crédito bancario siga sin fluir con normalidad a unos tipos de interés reales a pymes, autónomos y particulares y no se aproveche la dilación en los plazos para reducir el déficit hasta el 2016 en incrementar la inversión en Obra Pública y reducir el desempleo, la economía española (y por mimetismo la navarra), se verá abocada a un peligroso cóctel explosivo, (el DDD), cuyos ingredientes sería una deflación en los precios que impedirá a las empresas conseguir beneficios y a los trabajadores incrementar sus sueldos, una Deuda Pública que rondará los 3.500 millones € (20% del PIB navarro), una Deuda privada imposible de asumir por las empresas y un desempleo desbocado que podría rozar el 18% en Navarra para finales del 2014.

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