Sergio García

Delincuencia aduanera en Argentina

Resido en Tucumán (Argentina) desde hace 8 años y lo acontecido se pasa de castaño oscuro.

El Correo Argentino (Servicio estatal de entregas y envíos postales) en complicidad con el AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) ponen en funcionamiento leyes corruptas, perjudicando a los ciudadanos, que como yo nos vemos impedidos de retirar un paquete enviado, en este caso desde el estado español (Bizkaia), por mi familia con ropita para mi bebé. Dicha indumentaria, en perfecto estado, no es nueva, ya que yo mismo utilicé algunas de esas chaquetas y pijamitas en mi más tierna infancia.

Cuando recibo el aviso de la llegada del paquete, me dirijo a aduanas para retirarlo (así funciona aquí) y en ese lugar me dicen que no me lo entregan hasta que rellene un formulario (F4550) el cual, debo rellenar por internet y entregarlo a la AFIP, junto a una declaración jurada más una suma de dinero, que en un principio era de $50 (aproximadamente unos 3 euros). Me parecieron indignantes todas esas trabas y esa política insultante, a la que no estamos acostumbrados los usuarios.

Cuando intento rellenar el formulario F4550 me doy con la desagradable sorpresa de que no puedo terminar de rellenarlo ya que ese formulario es para compras enviadas desde el extranjero. Me dirigí, al día siguiente, a las oficinas de la AFIP y pedí entrevistarme con el responsable o encargado de ese área; me atendió un tal Olivares al cual le expliqué pacientemente mi caso. Este señor afirmaba que debo rellenar el famoso formulario y pagar una suma de 10 dólares por cada kilogramo de ropa usada en concepto de impuestos más una tasa de presentación a la aduana.

Esta nota aparte de ser una denuncia ante tal atropello, es un aviso a los ciudadanos e instituciones que desconocen el funcionamiento delictivo de estos organismos (Correo Argentino y AFIP).

En este país no puedes retirar un paquete enviado legalmente desde el exterior por eso es necesario que desde Correos tomen medidas e informen a los usuarios de que no envíen paquetes a esta rincón del mundo donde la corrupción y la delincuencia institucional es lo cotidiano.

Además para acceder al envío no basta con tener DNI reglamentario, sino que debes perder tu tiempo y tu dinero para conseguir el CUIL (Código Único de Identificación Laboral) y Clave Fiscal. Como pueden ver son todo barreras que nos complican la existencia innecesariamente y todo para retirar un envío postal, familiar e inofensivo.

Falta destacar que si consigues acceder al envío, los funcionarios de Aduanas abren el paquete delante de ti y sin ningún criterio juzgan si es nuevo o no lo que hay en su interior. Si el funcionario de turno decide que el contenido del paquete es nuevo (aunque no lo sea) debes abonar una tasa del 50% sobre el valor agregado.

Lo nunca visto e inimaginable. Algunos lo califican como odisea; yo lo denomino una pesadilla. Un robo ¿legal?

Bilatu