Javier Orcajada del Castillo

«Delirio querulante»

Una amiga me cuenta que su hermana le ha llamado «Querulante» y me pregunta si debe considerarlo un halago o un insulto. Miro en Internet y, en síntesis, es considerado en psiquiatría como un trastorno por el cual una persona se siente continuamente ofendida, injuriada y maltratada y, como consecuencia, presenta querellas, contenciosos legales, peticiones de indemnización o escribe cartas al director. Es un trastorno que está dentro de la paranoia y equivale al hipocondríaco respecto a la salud. Fue estudiada en profundidad por el alemán Ernst Kretschner y en su idioma se denomina "síndrome de Griesgram". Por tanto, me parece un insulto. Era la técnica utilizada por el Doktor Mengele en la época nazi para desacreditar a científicos y personalidades judías de prestigio: se les sometía a experimentos para atribuirles supuestas enfermedades mentales y servían de cobayas para investigar impunemente sobre enfermedades nuevas. Porque poner bajo sospecha a todos los que litigan ante los tribunales defendiendo sus derechos sin plegarse a la presión de los medios de propaganda asfixiante y que se haya inventado un término psiquiátrico y se le considere enfermo para contrarrestar los argumentos de esos ciudadanos que tienen conciencia social y que defienden sus derechos y los de otros ciudadanos, bien sea ante los tribunales o escribiendo cartas al director en los periódicos, todo ello constituye un abuso que ofende por su simplismo. Pero las autoridades vascas, preocupadas, han realizado un análisis sociológico sobre este síntoma que arroja conclusiones preocupantes: un 40% de los vascos padece este delirio y en algunos puntos llega al 85%, como puede ser Hernani, Rentería, Margen Izquierda del Nervión, Iruña o Gasteiz. Ya el gobierno central había dado la alarma, pues ese porcentaje era del 15% en Catalunya, aunque en el Estado español no llegaba al 1%... Es decir: que los vascos protestan mucho, los catalanes también, pero algo menos y en España no preocupan las injusticias. El arquetipo: un joven con cultura media/alta, que vota abertzale y protesta por todo. En Catalunya a la CUP. En consecuencia Osakidetza y Osasunbidea han decidido contratar varios centenares de especialistas en ese síndrome. Construirán varios psiquiátricos y cerrarán hospitales. Tranquilizan a la población en el sentido de que no tendrá efecto en los presupuestos, pues el incremento de gasto de los nuevos contratados se compensarán con las bajas por jubilación que no se repondrán en especialidades marginales como médicos de familia, urgencias o ampliando las listas de espera. Con estas medidas se evitaría esta epidemia de afectados por el síndrome que colapsan los juzgados con sus denuncias. Se clausurarán las oficinas municipales de reclamación y se exigirá a los que escriben cartas al director adjuntar un certificado de no padecer querulancia. Además, serán sometidas a una rigurosa censura para detectar cualquier atisbo de protesta. Sólo se admitirán las que contengan elogios a las autoridades, pero se admitirán todas las que sean críticas a Bildu, sus diputados y cualquier artículo, sea o no falso o apócrifo criticando toda información que se publique en GARA o "Berria".

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