Leo en la prensa del domingo 6 de mayo: «España se resigna a un bienestar cada vez mas ajustado. Solo uno de los últimos pilares incorporados al Estado de Bienestar, el de la dependencia, podría salvarse de los ajustes presupuestarios durante las próximas décadas...».

La asistencia a Dependencia se creó en 2007, siendo el triple su asignación en 2010 (1.582 millones). A partir de 2011 que bajaron 236 millones, acumulan 3.000 millones de euros de bajada por los recortes, lo que conlleva que muchos han perdido la asistencia que venían recibiendo. Hoy, de la lista de dependientes reconocidos, uno de cada tres no recibe ninguna ayuda, lo que suman 310.000, de los cuales 120.000 son dependientes severos y grandes dependientes.

Para recabar apoyos a los PGE-2017, el PP se comprometió con Ciudadanos y PNV incrementar la partida de dependencia en 100 millones, lo cual supondría atender a 15.000 dependientes más, pero solo ha gastado 56 millones, reempaquetando los 44 restantes para los PGE-2018 (subida del 3,4% en dependencia)... en un país en el que al día mueren 100 dependientes reconocidos, sin haber recibido la prestación a la que tienen derecho.

El trasvase a los PGE-2018 de partidas asignadas para 2017 y no gastadas, también se da en Fomento de Empleo, ya que se presupuestaron 11.000 millones y gastado 7.700; en I+D+i de los ya rebajados 4.635 millones se gastaron 1.545; en Plan de la Vivienda de 2.300 millones aprobados, no se han gastado 1.443 millones siendo esta misma cantidad el total de la que consta en los PGE-2018....y nos dicen que: «Son los presupuestos mas sociales de la historia democrática».

Marcos Ana poeta del corazón escribió... o describió: «El problema de nuestra época es que hay hombres que no prefieren ser útiles, sino importantes». Y no es mas importante aquel que trata de cubrir dos cabezas con un sola txapela, sino quien resuelve ser útil a la comunidad a base de mejorar la calidad de vida de los mas necesitados... con menos publicidad.