Gerardo Hurtado Jauregi

Derecha buitre

Recientemente, leí un buen artículo de prensa (no recuerdo quién era el o la autora) en el que explicaba como actuaban los fondos buitre. Decía que lo primero que hacen después de comprar una empresa es aumentar la deuda para obtener liquidez, seguidamente recortan gastos aun a costa del buen funcionamiento, luego venden todos los activos que consideran improductivos y finalmente se reparten dividendos con toda la caja acumulada en las anteriores operaciones dejando a la empresa sin efectivo y sin posibilidades de expansión.

Algo parecido a lo que hacen los fondos buitre ha sido el proceder de la derecha en el Ayuntamiento de Iruña. A pesar de que en 2022 los ingresos reconocidos (251,5 millones de euros) eran más que las obligaciones reconocidas (247,1 millones de euros) han endeudado al consistorio en quince millones, con lo que la diferencia entre ingresos y gastos (superávit) es de 19,4 millones de euros.

Seguidamente y a pesar de que el presupuesto de 2023 estaba prorrogado y no es nada habitual el que se modifiquen las partidas, han disminuido las subvenciones de participación (entre otras). Antes, durante 2022, dijeron en Pleno que iban a financiar inversiones con la venta de terrenos por importe de 2,8 millones de euros, pero la realidad es que en ese año vendieron terrenos por importe de casi diez millones (que con los treinta millones de 2023 hacen un total de cuarenta millones de euros).

Finalmente, con la caja llena viene el reparto de beneficios:

1. Proceden durante 2022 a modificaciones presupuestarias para aumentar en 2,3 millones de euros las partidas de gastos diversos y contratación de estudios.

2. Autorizan en 2023 un gasto de 6,1 millones para el Civivox de Salesianos aunque no tengan aprobado dinero suficiente en la partida correspondiente.

Queda claro que votar derecha es votar fondo buitre.

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