Diversión de los vascos: tertulias españolas de televisión
Los vascos se han caracterizado por su escasa capacidad imaginativa: se han divertido haciendo deporte o leyendo literatura pesada y difícil de digerir.es natural aburrirse o dormirse frente a los anuncios de la tele, telediarios manipulados o relatando los amores de Belén Esteban. Pero se ha formado un grupo que se divierte viendo las tertulias televisivas o radiofónicas de cadenas españolas de derecha, cuyos tertulianos cautivos son dirigidos por conocidos agitadores con currículum acreditado en programas durante el franquismo y actualizado en la Transición.
Gran parte de estos tertulianos son periodistas de extrema derecha a los que los servicios policiales les filtran información, que se turnan y que aportan las noticias que interesan a sus partidos o a los grupos de presión propietarios que difunden ideología del enemigo que es el nacionalismo catalán y vasco y grupos españoles de izquierdas. Las tertulias más agresivas publican fake news de Euskal Herria y Catalunya y defienden a los jueces españoles que incumplen las sentencias de los tribunales internacionales que contradicen las suya propias. Las reuniones del grupo de amigos para ver los programas son en directo o grabados, y en cada sesión existe un moderador para mantener el orden y las expresiones de chanza o críticas que provocan los tertulianos; las más ingeniosas se graban y se reparten entre los presentes.
Como el caso paradigmático de la presidenta de Madrid, Díaz Ayuso, que insultó (hijo de p.) en el debate de Investidura al candidato Sánchez. Cuando se hicieron públicas esas imágenes acusándola de falta de respeto, ella lo negó indignada, afirmando que su exclamación fue: «¡Me gusta la fruta!». Obviamente, la reacción de los televidentes fue de antología, pues se suponía que serían difundidas en todo el mundo. El grupo vasco creador de esta nueva forma de diversión basada en tertulias de cadenas ultras se han popularizado y han tenido que redactar un reglamento de régimen interior gracias al éxito del «programa de las frutas» de Díaz Ayuso.