El absurdo caso de Iruña-Veleia
Por fin, tras once largos años, el juicio de Iruña-Veleia comenzará el 3 de febrero.
Va a ser un juicio sin ninguna prueba, ya que nunca se han hecho los análisis para saber si los grafitos son modernos o antiguos, por lo que en el juicio únicamente habrá opiniones, teorías, hipótesis y conjeturas [ver https://www.veleia.fontaneda.net].
Solo Eliseo Gil ha pedido desde el principio que se efectúen esos análisis. Pero ni la Diputación Foral de Álava ni la Universidad del País Vasco ni el Gobierno Vasco ni tampoco el Juzgado de Instrucción han querido nunca averiguar cuándo han sido grabados los grafitos. ¿Cuál será el motivo de esa negativa, con lo fácil que es y lo claro que quedaría el caso? ¿Qué poderosa razón tendrán?
Si tan seguros estuvieran de que los grafitos los ha hecho Eliseo Gil, ¿cómo es que no van corriendo a unos laboratorios expertos a por la certificación? Lo lógico sería eso.
Es más, incluso los dos informes periciales pedidos por el Juzgado de Instrucción lo proponen, el informe de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (ESCRBC) y el contradictorio informe del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) [ver la web antes citada]. Pero el Juzgado ha hecho caso omiso de esas propuestas, nunca ha ordenado dichos análisis.
Esos análisis son el único medio para que el Tribunal tenga la certeza de cómo estaban los hallazgos cuando fueron desenterrados, si tenían ya grafitos o se han grabado después.
Sin tener la evidencia, sin saber si los grafitos se han grabado reciente o antiguamente, ¿qué poderosa razón les mueve a juzgar este asunto en un Tribunal? Desde luego, el caso de Iruña-Veleia es absurdo.
Para ayudar al Tribunal a conseguir la evidencia, puedes firmar en http://www.iruñaveleia.eu el Manifiesto a favor del esclarecimiento del caso de Iruña-Veleia elaborado por el colectivo Iruña-Veleia Argitu.