Juan José Dapousa Garma - Bilbo

El Ararteko no es garante

El lunes 9 de diciembre de 2019 se celebró en el Palacio de Congresos Europa de Vitoria el 30 aniversario de la institución del Ararteko-Defensor del Pueblo. Se publicó que el lehendakari Iñigo Urkullu elogió al Ararteko como garante de los derechos ciudadanos ante el sistema. Esto no es cierto. Garante es el que da garantía y el Ararteko no garantiza que se cumplan los derechos ciudadanos ante el sistema.

El Ararteko es una institución de persuasión que no dispone de potestades ejecutadas, por lo que, si el ciudadano que ha denunciado ante el Ararteko la vulneración de sus derechos, no consigue que la administración pública denunciada siga las recomendaciones del Ararteko, el ciudadano deberá ir (si tiene recursos económicos) a la vía judicial cuyos fallos sí son ejecutivos. Con la Agencia Vasca de Protección de Datos sucede algo similar, las infracciones cometidas por los órganos y organismos del sector público únicamente son sancionadas con un apercibimiento con medidas correctoras y no tienen sanción económica.

No creo que hay independencia real de los órganos de control cuando estos son nombrados por los que debe controlar. Los miembros de todos los órganos de control deberían acceder a su cargo mediante concurso-oposición garantizando los principios de publicidad, igualdad, mérito y capacidad y además se les debería dotar de los suficientes recursos humanos y materiales y con la capacidad sancionadora de los órganos y organismos del sector público infractores. Solo entonces se podría hablar de Defensor del Pueblo o Agencia de Protección.

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